Antes de la pandemia global de Covid-19, un 10% de las mercancías que salían de las instalaciones de Euroports en el Port de Tarragona lo hacían por ferrocarril. Hoy, ese porcentaje se eleva hasta el 30%, y podría alcanzar el 40% a corto plazo. Es el resultado de la apuesta de esta empresa de logística marítima por reducir su huella de carbono, donde «cargando un tren evitas 36 camiones en una carretera», explica Pablo García, director general de Euroports Med.
Desde Tarragona, donde se sitúa la sede de Euroports Ibérica (con centros de trabajo en Tarragona y Sevilla), se gestiona toda el área mediterránea de este holding con sede en Amberes (Bélgica), que cuenta en total con 48 terminales en nueve países (46 de ellas en Europa y dos en China), con una plantilla de más de 3.000 trabajadores, una facturación de más de 1.000 millones de euros y unos 60 millones de toneladas de mercancías movidas al año, principalmente granel y carga general.
Euroports Med, con sede en Tarragona, cuenta hoy con centros de trabajo en Tarragona, Sevilla, Port-La Nouvelle (Francia), Marghera (Venecia, Italia), Kavala (Grecia) e Izmit (Turquía), con un total de 150 trabajadores en plantilla y 80 externos, de los cuales una parte sustancial se encuentran en Tarragona (62 trabajadores propios y unos 40 externos).
La apuesta por el ferrocarril en Tarragona, que ha comportado la reciente adquisición de un cargador de trenes por un importe de medio millón de euros (y que se suma a los dos millones de euros invertidos en una nueva nave para carga general y productos forestales, además de otro millón de euros en una nueva grúa, hasta totalizar 3,5 millones invertidos en los últimos tres años), sigue la línea estratégica de sostenibilidad trazada en el grupo, que busca en el horizonte del año 2030 reducir un 40% su huella de carbono.
El grupo Euroports cuenta con 48 terminales logísticas en nueve países
«Somos los que más trenes cargamos hoy en el Port de Tarragona», destaca Pablo García, que cifra el volumen de esta actividad en siete trenes semanales (seis con productos agroalimentarios y el séptimo con productos forestales), con una carga de unas 5.400 toneladas a la semana.
Las inversiones llevadas a cabo hasta ahora sitúan hoy en un 60% la capacidad máxima de salida de mercancías por ferrocarril que tiene Euroports en Tarragona. Un margen suficiente para seguir avanzando en este camino, donde el director general de Euroports Med defiende que los centros de trabajo que forman parte de esta área geográfica son «los más adelantados, a nivel de grupo, en descarbonización: en materia de sostenibilidad, somos el referente del grupo».
En los próximos tres años, de hecho, Euroports prevé invertir en Tarragona alrededor de 10 millones de euros en nuevas grúas que ayuden a reducir su huella de carbono, además de en proyectos como la puesta en marcha de una barrera natural en su terminal de carbón o la extensión en la instalación de placas fotovoltaicas a todas sus instalaciones.
En Tarragona, Euroports facturó el año pasado unos 40 millones de euros, a los que se suman los 6 millones de euros del centro de trabajo en Sevilla y otros 30 millones de euros del resto de centros de la zona del Mediterráneo, con lo cual se gestiona, desde esta ubicación, un volumen de negocio de alrededor de 75 millones de euros.
En el caso de las instalaciones de Tarragona, Euroports cuenta con 250.000 metros cuadrados de concesión en el Port de Tarragona, con siete naves que suman 50.000 metros cuadrados, seis grúas y más de 40 máquinas con diversas finalidades, repartidos en los muelles de Catalunya, Castilla y Cantabria.
Minerales, agroalimentario y forestal son sus principales tráficos
Hoy, el 50% de su actividad se encuentra en el área de los minerales, donde desde estas instalaciones exportan por barco balasto (piedras de pequeño tamaño para sustentar vías de tren) procedente de canteras locales, en proyectos como el Tren Maya que se está construyendo en la península de Yucatán, en México.
A estos productos se le añade el suministro de carbón a Italia, que tras el estallido de la guerra en Ucrania y el corte del suministro de gas ruso se ha visto obligada a reactivar sus centrales térmicas, y donde la versatilidad de la terminal de Euroports en Tarragona para este tipo de tráfico, que permite una gran modularidad en el tipo de barcos que cargan en ella, ha disparado este producto desde el medio millón de toneladas previo a la invasión rusa hasta los actuales 2,5 millones de toneladas de carbón.
Tras los minerales, los productos agroalimentarios (en esencia, cereales a granel) suponen un 20% de la actividad de Euroports en Tarragona. Procedente principalmente de América del Sur y Ucrania, este cereal (con unas 800.000 toneladas el año pasado) se destina esencialmente a la industria ganadera y de producción de piensos en Lleida y Aragón, con el transporte ferroviario como medio destacado.
En tercer lugar, con otro 15% de su actividad, se sitúan los productos forestales, principalmente pasta de papel procedente de América del Sur (Brasil, Uruguay y Chile) y Escandinavia, que se destina a la fabricación de papel tisú en industrias del Camp de Tarragona y Aragón y, en menor medida, a cartón para paquetería y sector sanitario.
Completa el restante 15% una suma de tráficos que van desde la fruta al carbonato sódico, pasando por el plástico reciclado, donde Euroports Med confía en poder crecer en los próximos años.
