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Anwar Zibaoui: «El Sur es la solución al crecimiento de las empresas de la UE»

Coordinador General de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (Ascame)

29 julio 2024 12:11 | Actualizado a 29 julio 2024 12:13
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Anwar Zibaoui, Coordinador General de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (Ascame), con sede en Barcelona, estuvo recientemente en Tarragona, donde mantuvo encuentros empresariales para buscar oportunidades económicas en el área del Mediterráneo. En su agenda hubo una visita al Diari de Tarragona.

Ursula von der Leyen, reelegida presidenta de la Comisión Europea, creará la figura de un nuevo comisario europeo para el Mediterráneo. ¿Por qué entra de lleno en la agenda de prioridades de la Unión Europea?

Creo que cuando hablamos del Mediterráneo hay la percepción de que hablamos de una parte, pero no del global. En los últimos años, el Mediterráneo se ha transformado. Algunos países se han convertido en mercados objetivo, y otros en mercados maduros. Desde el año 1995, con el Proceso de Barcelona, con la zona de libre comercio de los 11 países del sur del Mediterráneo, el primer socio comercial de esta zona es la Unión Europea. Pero, sin embargo, solo cinco países exportan el 80% del total europeo a esta zona.

¿Nos encontramos entre ellos?

Sí. Son Francia, Italia, Bélgica, Alemania y España. En el caso de España, además, seguramente ha superado a Francia en exportaciones a Marruecos, y Catalunya tiene un papel relevante. El mercado marroquí es maduro ya, y de las 22.000 empresas españolas que exportan a Marruecos, un 30% son catalanas. Es el primer mercado para las empresas españolas en África, y el segundo fuera de la UE, después de EEUU. Sin olvidar el mercado turco, que ha crecido mucho, y el argelino, que estaba en línea ascendente hasta que hubo el problema político [del Sahara]. Después está Egipto, y más allá Albania, Montenegro, Serbia...

¿Por qué este crecimiento?

Todos los procesos de internacionalización han empezado por países vecinos. Y han empezado por el Norte, olvidando el Sur. Pero el Sur es la solución al crecimiento de las empresas europeas, y cada vez se hace más evidente. Con la Covid y la guerra en Ucrania, la exportación a Asia o América Latina se hace más compleja, y hay una vuelta a la regionalización. En este contexto, la UE impulsa la relocalización de empresas desde Asia hacia Europa, y algunas hacia el sur del Mediterráneo y otros destinos de África.

¿África subsahariana?

África es el último continente que queda para que las empresas busquen oportunidades en los próximos diez años. Y en la Cambra de Tarragona han sido visionarios en esto. Es importante que las empresas vean esto, y empiezan a ver el Mediterráneo como un mercado destino.

Hemos vivido la Primavera Árabe y la inestabilidad que siguió después en Libia, Siria... Vemos ahora la inestabilidad generada en Gaza. Las empresas buscan también estabilidad. ¿Hasta qué punto resta?

Cuando una empresa empieza un proceso de exportación o internacionalización, el riesgo país es algo importante, pero el riesgo cero no existe en ningún lugar del mundo. Ni en Alemania, ni en ningún lugar. Hasta hace poco, el factor riesgo geopolítico no se tenía en cuenta, se miraba solo si se podía vender. Pero eso ha desaparecido.

Es decir, evalúan el riesgo.

Las empresas tienen que tener en cuenta el factor geopolítico, pero siendo conscientes de que el riesgo cero no existe. Y la mejor forma de mitigar el riesgo es tener socios locales. En todo caso, entre los países del sur del Mediterráneo, en los últimos veinte años, riesgo país no ha habido. Ha sido más alto en América Latina que en esta zona. Desde el Magreb hasta el Levante, ampliado al Golfo, el riesgo es limitado. Y es cierto que, con la Primavera Árabe, algunos mercados como Libia o Siria entran en guerra y hay un parón, pero el mercado no se pierde.

¿Qué oportunidades tienen las empresas de las comarcas de Tarragona en el área del Mediterráneo, especialmente las pymes?

Lo primero que deberían hacer es conocer el mercado visitándolo, no leyendo informes. Después, pensar en el medio y largo plazo, teniendo el factor geopolítico como esencial, y analizar. En los 23 países de la región del Mediterráneo, el intercambio entre ellos es de 1,10 billones de euros al año. Eso solo representa un tercio del comercio global de estos países con el resto del mundo, así que el potencial que tenemos es enorme. Pero, como le decía, de los 27 estados miembros de la UE, solo cinco tienen entre el 70% y el 80% del comercio con esta región. Pero el resto se despertarán, y países del norte de Europa acaban de descubrir el Mediterráneo.

¿Competiremos entre europeos?

Lo que se debería conseguir es crear un área de libre comercio en el Mediterráneo, y estar atentos a China, que todavía no es un gran actor comercial en el Mediterráneo, aunque sí un gran inversor, y está avanzando a un ritmo muy importante.

China ya le pasó por delante a la Unión Europea en el África subsahariana. ¿Vamos por el mismo camino en el Mediterráneo?

Durante muchos años, la UE, en lugar de mirar al Sur ha mirado al Norte, y a integrar el Este de Europa. Cuando empieza la Primavera Árabe, eso era como la caída del Muro de Berlín, pero la UE no ayudó a que esos movimientos se asociasen a Europa. La Covid y la guerra en Ucrania han dado la razón a quienes decían que el futuro está en el Sur. Y en el proceso de integración del Mediterráneo, las que más tienen que ganar son las empresas europeas.

¿Por qué?

Porque para llegar a África, tienes que pasar por el Mediterráneo. La Covid demostró que depender de China es jugártela. Y no olvidemos los chips de los coches, los antibióticos... La UE se ha dado cuenta de que ahora no puede depender de eso, y la guerra de Ucrania demuestra que la seguridad energética no puede depender solo de un país. En el caso del Mediterráneo, has de asegurar tus jardines traseros, porque si no, los chinos te van a sitiar.

¿Cómo vuelve Europa al África subsahariana, con su pasado colonial cerrado en falso y China totalmente asentada?

China en África empieza a tener problemas, porque los países africanos pensaron que la parte del dinero que recibían para infraestructuras era una subvención, y ahora les dicen que lo consideran un crédito. Además, empieza a tener la competencia de EEUU, de Turquía... Y Europa está volviendo.

¿Cómo?

Alineándose con el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (Global Compact) e invirtiendo en infraestructuras, creando conexiones con Europa. Después, invirtiendo en empresas de sectores estratégicos, como la automoción y la industria alimentaria, mediante los que se pueden conseguir varios objetivos: parar la inmigración procedente de África, porque puede exportar y creas una clase media, junto a la creación de la gran zona de libre comercio africana, que han firmado 52 países.

¿Y qué papel juega el Mediterráneo en esto?

Un papel central. El Mediterráneo se ha puesto en valor. Siempre fue el centro comercial del mundo. Ahora, para Europa ofrece esa seguridad desde el punto de vista energético, comercial... Se habla más de regionalización que de globalización. El Mediterráneo es hoy fundamental para Europa, y va a ser el puente hacia África, en un contexto en el que la guerra comercial entre Europa y China ya ha empezado.

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