Activatic tiene una fórmula y la quiere compartir. Desde principios de año, esta startup con sede en Montblanc (Conca de Barberà) dedicada al refuerzo escolar y la enseñanza de inglés, cuenta con dos centros franquiciados en Constantí y Reus, que replican el modelo creado para sus tres centros propios en Montblanc, Tarragona y el Club Tennis Tarragona.
Su propuesta, que le ha valido el reconocimiento en la categoría de ‘Transformació Digital’ de la última edición de los Premis Emprèn de la Diputació de Tarragona, se centra en «una metodología muy basada en la educación y la gestión de las emociones, en una primera parte de la sesión, para centrarse, en una segunda fase, en el acompañamiento del alumno por parte del profesor, resolviendo las dudas que tienen en clase, pero no ayudándoles a hacer los deberes, y con grupos reducidos de máximo 5 personas, donde personalizamos mucho la atención», explica Dídac Martínez (32 años, Montblanc), cofundador de Activatic.
Acompañado en esta aventura por Ivan Plana (28 años, Constantí), este profesor de Educación Física en el Institut Cal·lípolis (Tarragona) arrancó en solitario con su proyecto, en el año 2019, con una primera academia de refuerzo escolar en Montblanc, orientada a estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato. Tras incorporarse al Programa Explorer convocado por Tarragona Impulsa y Santander X, Dídac Martínez conoció allí a Ivan Plana, que como él participaba en este programa con su propio proyecto. Y decidieron ponerse a cocinar crepes.
«Nos conocimos -cuenta Dídac Martínez-, y dijimos: ‘¿Por qué no probamos de hacer alguna cosa juntos?’. Nos pusimos a hacer crepes en el mercado medieval de Montblanc, y en dos fines de semana ganamos 4.000 euros».
«Cada vez el alumnado necesita más ayuda, porque el nivel es bastante exigente»
Tras seguir cada cual con su propio proyecto, «fuimos haciendo crepes hasta que, en septiembre de 2021, dijimos: ‘¿Qué tal si llevamos Activatic a Tarragona?’», prosigue Dídac Martínez. Cambiando la espátula de cocina por la ficha de repaso, la apertura de ese centro en la calle Antoni Rovira i Virgili «fue un éxito, con más de 100 personas en la academia», explica Dídac Martínez.
Eso les llevó a abrir un nuevo centro en el Club Tennis Tarragona y, desde principios de este año, a franquiciar su modelo con dos nuevos centros, donde la inversión media está sobre los 20.000 euros, de los cuales Activatic sufraga el 50%. «Todo el mundo tiene el mismo branding, utiliza nuestra metodología, material docente propio...», explica este emprendedor, que destaca que el de las clases de refuerzo es un mercado en expansión, donde «cada vez el alumnado necesita más ayuda, porque el nivel es bastante exigente y los padres no pueden llegar».
Con más de 20 profesores en los cinco centros que trabajan bajo la marca Activatic (la mayoría docentes durante las mañanas en centros reglados, y con perfiles que suelen estar entre los 24 y los 28 años, lo cual «permite conectar mejor con el alumno, a la vez que tienen más frescos los conocimientos», explica Dídac Martínez), estas academias suman hoy alrededor de unos 300 alumnos.
A ellos se le añaden otros 150 alumnos de 6 escuelas en las que Activatic ofrece servicios de refuerzo, y donde, igual que con el despliegue de centros propios y franquiciados, quieren seguir creciendo, para terminar este año 2023 con una facturación prevista entre los 200.000 y los 250.000 euros.
