La vicepresidenta segunda del Gobierno español y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) subirá en 2025 como mínimo lo mismo que la inflación.
«En un país de salarios moderados, el mandato es que nadie pierda poder adquisitivo», ha dicho la ministra en una comparecencia tras la constitución de la comisión de expertos para determinar cómo deben subir los sueldos más bajos. La titular de Trabajo no ha puesto fecha para la emisión del informe de los expertos y ha señalado que las negociaciones podrían extenderse más allá de diciembre. La recomendación de los asesores deberá incluir un incremento que sitúe el SMI en el 60% del salario medio. La mediana salarial anual de 2022 era de 22.383 euros.
El año pasado, el incremento del SMI se aprobó a principios de febrero, situándolo en 1.134 euros al mes en 14 pagas. Teniendo en cuenta los datos de la inflación acumulada hasta octubre, si se aprobara ahora el incremento del salario mínimo, debería ser al menos de un 2,8% hasta alcanzar los 1.166 euros al mes.
Díaz ha resaltado la importancia de subir los sueldos más bajos para reducir la desigualdad y la brecha de género en «un país que aún tiene mucho margen para converger con las medias salariales europeas». «Necesitamos mejores salarios en el conjunto del país. Queremos ser europeos en materia salarial», ha afirmado. Después de que se emita la recomendación de los expertos que asesoran el Ministerio de Trabajo y Economía Social, se convocará la mesa de diálogo social para llegar a un acuerdo con los sindicatos y la patronal.
La ministra de Trabajo ha asegurado que, dado que el incremento se aplica de forma retroactiva desde el principio del año, trabajarán para alcanzar este acuerdo lo antes posible. «La vocación es no extendernos más allá de esta fecha para no perjudicar a las empresas», ha afirmado.
Por otro lado, la líder de Sumar ha pedido a los expertos que estudien cómo incorporar la revalorización del SMI al 60% del salario medio neto en el Estatuto de los Trabajadores, tal como marca la directiva europea de salarios mínimos. «Es importante que esta herramienta no quede en manos de los gobiernos, sean cuales sean», ha añadido.