Naturgy ha logrado recuperar la titularidad del Grupo I de la central de ciclo combinado de Plana del Vent, junto a las centrales nucleares de Vandellòs I y Vandellòs II, que Alpiq España explotaba desde hacía nueve años en la localidad de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant (Baix Camp).
Según publica el diario Cinco Días, la energética suiza tenía una opción de compra sobre la planta que no ha querido ejercer. Fuentes de Naturgy confirmaron ayer al Diari que el acuerdo entre las dos empresas se firmará en las próximas horas.
Antes de que se produzca esta firma, el operador del mercado eléctrico, Omie, deberá certificar un cambio de registro en favor de Naturgy, quien asumiría la actual plantilla de la central de ciclo combinado, una treintena de personas.
El acuerdo que daba por finalizada la gestión por parte de Alpiq España del primer grupo de Plana del Vent terminó el pasado mes de marzo, ambas partes llegaron a un acuerdo para prorrogarlo unos cuantos meses más, tras la resistencia de la suiza de ceder la instalación.
La cesión de Naturgy a Alpiq España se produjo en 2011, cuando en el proceso de autorización de la fusión de la antigua Gas Natural sobre Unión Fenosa, la autoridad de la Competencia (antigua CNC) le obligó a realizar varias desinversiones para reducir su posición de dominio en algunos mercados.
Una de las condiciones fue la venta del segundo grupo del ciclo combinado de Plana del Vent a Analp y Alpiq (esta absorbería después a la primera) por 200 millones de euros y en el caso del primer grupo el mantenimiento.
Esta gestión finalizaba este año y la empresa suiza la ha intentado mantener pidiendo la intercesión del Ministerio de Transición Ecológica. A mediados del año pasado, Alpiq denunció ante este ministerio que Naturgy tenía una incompatibilidad para explotar la planta por tratarse de un operador dominante del mercado eléctrico.
La empresa suiza consideraba que la recuperación de la titularidad de la instalación por parte de Naturgy era una operación de concentración empresarial que debía recibir el ‘ok’ de la autoridad de Competencia y que contravenía las condiciones que se le impusieron en su día en el marco de la fusión con Unión Fenosa.
El contrato con Alpiq (que recibía los incentivos de que disfrutaba la planta) obligaba a Naturgy a pagarle por la operación y el mantenimiento de la central sin tener en cuenta su rentabilidad. Aunque la suiza hizo una oferta, Naturgy no la aceptó al estar por debajo de los 50 millones.