Batea ha declarado este lunes dos días de luto oficial por la muerte de Jordi López Vaqué, el vecino que el pasado viernes por la noche sufrió una paliza mortal por parte de dos jóvenes, uno de 19 años y otro menor de edad, de unos 15.
La víctima sufrió heridas irreversibles en la cabeza y aunque logró pedir ayuda, en el hospital ya vieron que las contusiones eran irreversibles y a pesar de los esfuerzos realizados, en la noche de ayer domingo el vecino de unos 50 años moría en el hospital tarraconense. Además de los dos días de luto, este martes a las 13 horas se ha convocado un minuto de silencio como muestra de luto a la familia y de rechazo de este acto violento injustificado.
«Desde el ayuntamiento hemos decretado dos días de duelo y un minuto de silencio para mañana a la una. Es lo mínimo que podemos hacer a nivel de pueblo, porque la verdad es una cosa que es muy gorda, que hayan matado a alguien de una paliza, parece que no pueda ser», explica al Diari el alcalde en funciones de Batea, Joaquim Paladella. «El pueblo está conmocionado. Ya lo estaba cuando se supo lo de la paliza. Ayer llegó la noticia de la muerte y hoy no se habla de nada más, todo el mundo dice lo mismo, que es muy grave esto de que maten a alguien de una paliza, no se había visto nunca aquí en Batea».
Los hechos se remontan a la noche del viernes. El agresor mayor de edad y el menor atacaron a la víctima en la calle y le propiciaron una paliza. Los motivos no se han explicado oficialmente, aunque algunas voces apuntan que eran diferencias de carácter familiar.
Los autores dejaron a la víctima en la calle y se marcharon. Ésta logró en un último aliento pedir ayuda y una vez atendida, Mossos identificó a los presuntos autores y los detuvo a las pocas horas. La investigación sigue abierta. La víctima fue trasladada al hospital comarcal de Móra y viendo la gravedad de las lesiones quedó ingresado hasta que ayer traspasaba.
El mayor de edad hoy lunes pasa a disposición judicial del Juzgado de Gandesa, donde se le acusa de un delito de homicidio (tras consumarse el deceso de la víctima). El menor de edad ha sido derivado a un centro de menores y por la edad que tiene se le imputa el mismo delito que el otro acusado.
El joven de 19 años que hoy pasa a disposición judicial podría terminar en prisión preventiva dada la gravedad de los hechos que se le imputan.