Durante los últimos días de enero, cuando dos ciudadanos realizaban sus actividades cotidianas dedicadas a labores agrícolas hallaron tres proyectiles de artillería y dos granadas de mortero.
Fue entonces cuando lo participaron a la Guardia Civil a través del teléfono 062. Por ello, al lugar del hallazgo se personó el Grupo de Especialistas de Desactivación de Explosivos (GEDEX) que estableció el correspondiente perímetro de seguridad con el fin de evitar posibles daños personales y pudo certificar el hallazgo.
Se trataba de un proyectil de artillería del calibre 155 mm en el término municipal de Bot, y en el caso de El Pinell de Brai de dos granadas de mortero Valero de 81 mm y dos proyectiles de artillería, uno de 105 mm de y otro de 65mm.
Son unos artefactos explosivos que fueron disparados durante la Guerra Civil española. Debido a estas circunstancias el material presentaba un avanzado estado de oxidación, por lo que aumentaba su peligro de manipulación indebida.
Los agentes actuantes trasladaron los artefactos a un lugar seguro, evitando riesgos para personas, animales o bienes, donde procedieron a su destrucción de forma controlada.
Este tipo de artefactos explosivos, en su mayoría, siguen permaneciendo activos. Es decir, que los componentes de iniciación y de carga explosiva, permanecen “intactos” en su interior y, además, el paso del tiempo y las condiciones nulas de conservación los hacen más peligrosos. Es por ello que se desaconseja totalmente cualquier tipo de manipulación.
Desde Guardia Civil se recuerda a la ciudadanía que no está permitida la tenencia, compraventa, ni el coleccionismo de artefactos explosivos o municiones de guerra. También se reitera que, en ningún caso, se deben manipular los ingenios explosivos, y es preciso avisar inmediatamente a las autoridades para evitar posibles daños.