El fallecimiento de un hombre de nacionalidad lituana el pasado mes de junio en una finca de Rasquera no se trató de una muerte violenta, como inicialmente se había sospechado. Así lo han determinados los análisis realizados en el laboratorio de las muestras tomadas a la víctima.
Los hechos se remontan a la noche del pasado 26 de junio. Un agricultor acudió a su finca a regar y se encontró con el cadáver.
Inicialmente, los agentes de los Mossos d’Esquadra ya apuntaban que podría ser una muerte accidental ya que el hombre podría haberse caído.
Pero los médicos forenses que practicaron la autopsia encontraron evidencias que una posible muerte violencia, que ahora el laboratorio ha descartado.