Debido al Coronavirus la misma devoción de los fieles se ha visto alterada. Así, el pasado fin de semana, los devotos no besaron el relicario de la Cinta, en Tortosa, como medida preventiva.
«Fue por precaución», explica mo el cura que ofició la misa, Josep Maria Membrado.
El pasado sábado la Corte de Honor de la Mare de Déu de la Cinta ya celebró una misa en la que Membrado propuso esta medida, y lo mismo pasó el domingo.
El primer domingo de mes la Reial Arxiconfraria de la Cinta, entidad que fomenta el culto a la Mare de Déu de la Cinta desde hace 400 años, celebra la Dominica. Al acabar la misa, el Prior bajó la Reliquia de la Cinta, que alberga la Santa Cinta, mientras los fieles cantaban el Himno de la misma. Habitualmente, éstos pasan en fila a besar y adorar el relicario, pero esta vez se tuvieron que conformar con una inclinación de cabeza, sin posar sus labios.
Cabe decir que esta anécdota no es nueva, ya que se adoptó la misma medida, durante tres meses, cuando se expandió la gripe A.