En el fútbol ya se sabe que el marcador en muchas ocasiones no suele reflejar lo que ha dado de sí un partido. Ayer la Pobla lo vivió en sus carnes. El filial grana ofreció una imagen espectacular practicando un fútbol ofensivo y vistoso. Pudo golear al Llagostera pero la falta de contundencia en el área rival lo acabó pagando caro. En el único disparo entre los tres palos del conjunto gerundense se le escapó la victoria.
Desde un principio se pudo vislumbrar que el peso del partido iba a recaer del lado local. La Pobla salió con ganas de mandar y de imprimir fluidez en la circulación de balón. En un 4-2-3-1 claramente dibujado en ataque, sus hombres de ataque demostraron tener un potencial descomunal e ilusionante para esta temporada.
En todo caso, hubo un futbolista sobre el que pasaron la mayoría de acciones ofensivas del filial grana durante la primera mitad. Abdul Koné ofreció un repertorio de virtudes reseñable. Veloz, ágil, solidario y con una capacidad de desborde desde el costado que no se le había visto durante el pasado curso. Jugó en banda derecha y desde ahí destrozó a la defensa rival con sus constantes conducciones.
Precisamente, en una acción individual suya llegó el primer gol de la Pobla. El futbolista africano recibió un balón largo tras un gran desmarque y tras regatear a dos futbolistas en el pico del área golpeo con violencia para colocar el cuero en el palo corto de la meta de Marcos Pérez. El gol no cambió la dinámica del encuentro. De hecho, todavía se inclinó más del lado local. El uno a cero era un resultado muy pobre para lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. Tuvo el dos a cero el cuadro poblense justo antes del descanso, con un pase filtrado exquisito de Joel Marín que dejó solo en el mano a mano a Sergio Montero, quien perdonó en el mano a mano frente al meta del Llagostera.
En la segunda mitad, el tramo inicial fue más espeso pero con el paso de los minutos se volvió a disfrutar de una Pobla mucho más vistosa, eléctrica y vertical en los metros finales. El Llagostera resistía como podía los embistes granas. De hecho, con el paso de los minutos se comenzaba a ver con malos ojos que la ventaja no se hubiera podido ampliar.
El gran responsable de que el Llagsotera llegará con vida al tramo final del encuentro fue Marcos Perez. El guardameta del cuadro gerundense salvó dos ocasiones clarísimas de gol a Moha Chabboura e Iván Vidal, quien entró por un Koné más descafeinado en la segunda mitad. Cuando más apretaba el filial grana en busca del segundo, llegó el tanto del empate del cuadro visitante. Fue en un disparo de Josue Prieto que pasó por una maraña de cuerpos provocando que Cordero no estuviera del todo acertado.
Con el empate, los de Alberto Gallego no se resignaron y fueron a por la victoria con más fuerza que antes. Tuvo la victoria en sus botas Moha Chabboura, pero de nuevo Marcos Pérez mutiló las esperanzas granas con un paradón excelso. La Pobla mereció ganar pero se tuvo que conformar con el empate. Hay mimbres para una gran temporada. De momento, han pasado por encima de uno de los gallos de la categoría.