La euforia de los jugadores roquetenses estaba más que justificada. Después de un excelente partido, uno de los mejores de la temporada, superaron al Ibiza, segundo clasificado del grupo, que, de haber ganado, se habría asegurado una plaza para disputar el play-off de ascenso en la Superliga, objetivo que tendrá que esperar al menos una jornada más.
Los roquetenses siguen invictos en su pabellón esta segunda vuelta y, con este triunfo, suman seis victorias consecutivas ante su afición, dando un paso muy importante en sus aspiraciones de permanencia. En caso de ganar la próxima jornada en la pista del colista, el Tenerife, tendrán garantizada de forma matemática la salvación.
El equipo dirigido por Agustín Rodríguez salió muy mentalizado de la trascendencia de los puntos en disputa y, después de una primera fase muy igualada, con alternancias, empates e intercambios en el marcador, los roquetenses superaron a su rival con un juego muy consistente, obligando al técnico visitante Martín Bermejo a pedir dos tiempos muertos –16-12 y 20-15– para intentar frenar sin éxito el buen juego de su rival. Con un error en ataque visitante, el Roquetes se anotó el primer set.
El segundo empezó de nuevo con mucha igualdad, pero, a continuación del tiempo muerto de Agustín Rodríguez (13-15), reaccionó el conjunto local y, tras los empates a 18 y 22, el Roquetes se mantuvo firme para sumar el segundo set.
El tercero comenzó con iniciativa local, pero el equipo ibicenco reaccionó para tomar una importante renta de 17-22 pese al tiempo muerto local (13-16). Coincidiendo con el servicio de Marzi, los roquetenses endosaron a su rival un parcial 7-0, y después certificaron el triunfo.