Federico Polimeni, regatista especializado en catamaranes, junto a su compañero Pablo Völker, se coronó campeón mundial de la categoría F18 en julio de 2024 en Roses, representando al Real Club Nàutic Tarragona.
Este triunfo no solo marcó hito en su carrera, sino que refleja una historia de esfuerzo y perseverancia, incluso en las circunstancias más adversas. Y es que el periplo de Polimeni hasta alcanzar el campeonato mundial no ha estado exento de obstáculos. Las dificultades económicas lo llevaron a vivir durante un año en una furgoneta en las calles de Tarragona, dependiendo de los clubes náuticos para su día a día durante su preparación para el Mundial F18 de 2023. Lejos de desanimarse, este desafío lo transmutó en el motor de su determinación.
En ese Mundial, disputado en, Travemünde, Alemania, un choque en la última regata los dejó en la séptima posición y vieron escapar el trofeo mundial, pero también les reafirmó el potencial de la pareja Polimeni-Volker. Un año después, esa resiliencia los llevó al título mundial en Roses. De esta manera, ese sueño tomó forma con una temporada histórica en la que ganaron los campeonatos catalán, español y francés, culminando con la victoria en la prestigiosa St. Barth Cat Cup 2024 en el Caribe.
«Cuando decidí volver a competir en 2023, después de 13 años, sabía que no sería fácil, pero también sabía que estaba listo para darlo todo. Compré el mejor barco, busqué el apoyo de los mejores profesionales, reafirmé mi camino espiritual y sobre todo, confié en mí mismo y en Pablo, quien ha sido un pilar clave en este sueño», explica Polimeni.
Federico Polimeni: «Cuando decidí volver a competir tras 12 años, sabía que no sería fácil»
Tras el mundial de 2023, Polimeni, empezó a trabajar como director deportivo de vela en el Reial Club Nàutic Tarragona, lo que le permitió mejorar su situación económica, alquilar un piso y adquirir experiencia clave para su crecimiento profesional. El esfuerzo y el trabajo en equipo con Pablo Völker, marcó la diferencia. «Cuando Pablo dejó su trabajo y se vino a entrenar conmigo, todo cambió. En solo unos meses logramos lo que parecía imposible: ganar todo lo que nos propusimos».
«La experiencia en Tarragona me enseñó mucho. Aunque tuve que enfrentarme a grandes desafíos, también encontré personas que creyeron en mí. Gracias al apoyo de Tete Sabaté, director deportivo del Club Náutico Vilanova, Borja Rueda, coordinador deportivo del Club Nàutic Tarragona y también Tomas Ruiz de Luque, del New York Yacht Club, pude seguir adelante. Hoy quiero devolver esa confianza y contribuir a que otros no tengan que pasar por lo que yo viví para alcanzar sus sueños», comenta.
Más allá de los títulos, Polimeni destaca la importancia de contar con el apoyo necesario para llevar su carrera al siguiente nivel. Su meta ahora es clara: competir en los Juegos Olímpicos representando a un país como España, Argentina o Italia, y abrir un sailing center que fomente el talento en la vela y brinde oportunidades a futuras generaciones. «Quiero competir al máximo nivel y dejar una huella en este deporte. Con el apoyo adecuado, no solo puedo alcanzar mis metas, sino también inspirar a otros a creer en sus sueños y trabajar por ellos», concluye Polimeni.