Ha transcurrido ya un año de su muerte. De aquel 27 de junio de 2023 en el que el motociclismo de resistencia gripó de golpe. Del adiós de uno de los más grandes apasionandos del endurance, Josep Maria Folch. De la pérdida de un team manager que se desvivía año tras año por construir la moto más fiable y competitiva desde cero. Del día en el que el ‘Mago de Reus’ se fue con un impresionante palmarés a sus espaldas. Hasta 11 veces consiguió el título en las carismáticas 24 Hores de Catalunya, un récord que perdura desde 2017.
Su desaparición desembocó en ‘ráfagas’ de mensajes y tributos en su memoria. Pero faltaba el mayor de los homenajes. Unas 24 Horas en su honor que harán posible la gente que siempre le acompañaba en los circuitos. Reaparece este sábado el team Folch Endurance. Por una sola carrera y por última vez. Sin Josep Maria al frente, pero con su espíritu plenamente presente. Con una Yamaha, cómo no, la marca a la que fue fiel desde el nacimiento del equipo, en 1981, y un ramillete de pilotos punteros. Como a él le hubiera gustado. Con el sello que siempre le caracterizó.
El nuevo equipo
Su hija Carmina y buena parte del equipo del que se rodeaba hasta 2019 (año de su última participación en las 24 Horas) idearon el regreso. Fue en septiembre, durante el homenaje en el que Yamaha España decidió entregar su primer anillo de campeones a Josep Mª por su trayectoria. «Aquel día nos juntamos todos los miembros del equipo y surgió la idea de hacer las 24 Hores una vez más; esta vez por mi padre, porque era la carrera que más le gustaba», explica Carmina desde el Circuit, donde el equipo reusense trabaja incansablemente durante los últimos días en la puesta a punto de la Yamaha YZF R-1 con la que competirán dentro de la categoría Endurance World Championship. También rendirán homenaje a Arturo Tizón, expiloto del equipo fallecido en 2021.
El team reusense ha reunido a los pilotos David Checa, Marc Miralles, Camille Hedelin y Joan Zamorano para subirse a su moto. Todos ellos son habituales en el Mundial de resistencia y Checa, vencedor de la edición de 2013 de las 24 Horas con la propia estructura de Folch. «Hemos optado por pilotos que estuvieran en activo, con buen ritmo y experiencia en el endurance, rápidos y constantes», cuenta la ahora team manager.
«Nuestra ilusión y mentalidad es que solo vale ganar, siempre ha sido así», añade Carmina en referencia a la competitividad de su padre. La última victoria del Yamalube Folch Endurance fue en 2017, y vino seguida de dos abandonos en las ediciones de 2018 y 2019. Su rival volverá a ser el Kawasaki Català Aclam.
Los preparativos para poner la R-1 de nuevo sobre el asfalto no han sido fáciles. «Teníamos la duda de cómo lo haríamos, cómo equiparíamos la moto y qué prestaciones tendría, porque todo eso lo gestionaba directamente mi padre; al final hemos optado por material nuevo, con el apoyo de Yamaha y Dunlop; creemos que vamos con las motos más preparadas», añade Carmina, quien no esconde la enorme responsabilidad que supone para ella ejercer como jefa de equipo: «Mi padre era muy perfeccionista; por mucho que lo intente nunca llegaré a su nivel», sentencia.