Llegó el día final. El partido decisivo. El encuentro que determinará si el Nàstic peleará por regresar al fútbol profesional la próxima temporada en el play-off de ascenso que se jugará en Galicia el 4 y 5 de junio y el 11 y 12 de junio. Todo depende de ellos. Una victoria sería definitiva para sellar el pase a la fase final. No haría falta ni esperar a que el Atlético Baleares, Algeciras o Sabadell y Linares tropezaran en la última jornada. Tres puntos son concluyentes y provocarían una celebración inmediata sobre el césped del Collao.
Lo cierto es que el estadio de Alcoy no es propicio para celebrar un triunfo. El Nàstic ha visitado este campo con aire británico en diez ocasiones y únicamente una vez ha logrado los tres puntos. De ese triunfo hace ya casi 30 años. Data de la temporada 1992-93 con gol de Toni Torres. Nada mejor que el premio de entrar en play-off a Segunda para incentivar al equipo a romper un racha que ha alargado demasiado en el tiempo.
Además, no es que lo facilite, pero que el Alcoyano no se juegue nada debe notarse. En el sentido, de que los jugadores tarraconenses deben poner esa marcha de más que da el estar peleando por un objetivo mientras el rival lo da por cumplido. Si bien, no hay que confiarse. Y mucho menos después de lo que sucedió el curso pasado. El Nàstic necesitaba un punto para asegurarse la promoción ante un Ibiza que ya tenía el billete para los play-off. El 4-0 final, dramático para los granas, debe servir como lección. Los futbolistas de la plantilla actual, los que estuvieron en Ibiza y los que no, tienen que demostrar que aprendieron de lo ocurrido para que no se repita. Curiosamente, el otro equipo implicado el curso pasado y que salió beneficiado por ese triunfo ibicenco fue el Andorra que ganó 3-4 en El Collao, ante un Alcoyano que no se jugaba nada, pero que a punto estuvo de empatar tras remontar un 0-3.
Por si no fuera poco, esta misma semana la plantilla del Alcoyano ha hecho público los impagos de los últimos meses. Una situación «compleja», como dijo el técnico Vicente Parras, que no ayuda a preparar el cierre a una campaña en la que han logrado el objetivo de la permanencia con holgura y han peleado por el play-off hasta hace dos jornadas.
Más allá del Alcoyano, el Nàstic debe centrarse en hacer su trabajo: ganar. Lo tendrá que hacer sin uno de sus futbolistas fetiches en la defensa. Marc Trilles se ha lesionado esta semana. Un rotura fibrilar en el isquiotibial derecho que le impedirá estar en El Collao y, en el caso de acceder al play-off, podría perderse las semifinales. Aythami, líder de la zaga durante muchas jornadas, será el encargado de formar en el eje de la zaga con Quintanilla. Raül Agné tampoco podrá contar con Becerra, positivo por Covid-19.
No hay excusas. El Nàstic tiene que ganar y dejarse de mirar otros resultados. Los tres puntos valen un viaje a Galicia.