Tarragona acogió este sábado la decimonovena edición de la Trobada d’Escoles de Rugby bajo la tutela del Club Rugby de Tarragona.
La Anella Mediterrània fue el sitio donde centenares de jóvenes se reunieron bajo un mismo deporte: el rugby.
Hasta diez clubes de rugby de toda Catalunya, junto a sus respectivas escuelas fueron los participantes del evento.
La gran novedad de esta edición, que también sirvió de incentivo para los que formaron parte, fue la inauguración del campo de césped artificial que tanto tiempo estuvieron esperando los responsables de la Trobada.
El club tarraconense se mostró satisfecho de todo el trabajo hecho a nivel de organización.
Pablo Martínez, miembro del staff del Club de Rugby de Tarragona, se mostró muy satisfecho por el trabajo de preparación de todo el mundo.
Afirmó que «somos conscientes de lo que un club puede hacer cuando se unen fuerzas» y que para ellos es una gran ilusión preparar esta jornada ya que «cada vez que realizamos una edición más es un placer recibirlos y poder transmitir el rugby, que es la pasión que nos une al resto de la comunidad».
Este año, además, es diferente y especial ya que es el primer año que los jugadores pueden jugar y divertirse practicando deporte en un campo en condiciones.
Las valoraciones son muy positivas por la gran colaboración de todo el club.
La dedicación de cualquier miembro es plena, sea para ocupar el papel que sea.
Otra de las novedades de esta edición es la participación de un equipo andorrano junto a los otros catalanes.
La Trobada d’Escoles de Rugby ha vuelto a demostrar ser mucho más que simplemente una competición deportiva.
Ha sido una celebración de un deporte al que buscan darle más visibilidad.
A través del rugby, han creado vínculos y oportunidades entre gente joven que fomentan valores de trabajo en equipo y respeto.
De hecho, los miembros del staff del Club Rugby de Tarragona ya esperan con ansias la próxima edición, con esperanzas de que sea aún mejor que esta.