Pocas veces el hockey provincial ha disfrutado de una salud tan entera como hoy. En cualquier rincón de Europa pueden hallarse representantes con raíces caseras, algunos de ellos conviven con le élite con una normalidad espeluznante. Hasta el punto que, puestos a soñar, esa selección de talentos optaría a las medallas en un supuesto campeonato del Mundo.
Reus Deportiu La Fira y Moritz Vendrell comparten viaje en la OK Liga, la máxima categoría nacional y en la que se han disputado prestigio en tiempos de buena cosecha. En el Reus mantienen su status elegido Albert Casanovas y Raúl Marín, canteranos de cuna. Ollé y Salvat les siguen la pista, aunque todavía no han instalado su apellido en el firmamento de estrellas. En el Club d’Esports, Jordi Ferrer, Jordi Creus y Francesc Gil se encuentran en edad de viejos rockeros, aunque su capacidad para competir al máximo nivel sin fecha de caducidad les distingue. Forman, con el arquero Roger Molina, la columna vertebral del actual Moritz. A esa escuadra la dirige otro paisano, el reusense Jordi Garcia, seleccionador simbólico de ese combinado provincial.
En Vilafranca existe también color tarraconense. El joven Palau, Marc Vázquez y Lluís Ferrer completan la nómina. Se da el caso extraño del portero Arellano, formado en las inferiores del Reus, aunque natal de Granollers. Joan Canyelles en Lleida y Pere Cañellas en Alcoy conforman la guardia reconocible de la OK Liga, aunque más allá de la frontera esperan aventureros con brillantina en la sien. Amantes de las emociones fuertes.
Portugal admira a los virtuosos Jepi Selva y Jordi Adroher, que forman parte de proyectos gigantes. Oliveirense y Benfica les disfrutan en el campeonato con un mayor números de cracks por metro cuadrado. El Scudetto, por otro lado, ha recibido este verano a Xavi Costa y Xavi Rubio. Concretamente, el Viareggio. En Lodi, el emergente Adrià Català ha conquistado el fino paladar sobre guardametas que define a los hinchas del histórico Amatori.
Francia, el doctorado
El hockey francés ha decidido invertir fuerte por jóvenes valores de otros países, dispuesta a reforzar una competición doméstica que, poco a poco, va alcanzando un nivel aceptable. De ahí que varios jugadores con pocas opciones en OK Liga decidan optar por el progreso en el país vecino. El delantero Esteve Pujals se encuentra prestando servicios en La Vendéenne, uno de los clubs con mayor prestigio del país. Han viajado a Francia también Jordi Baldrés y Eric Gual, que visten la camiseta del Nantes. Sergi Barbé y Marc Pujol, canteranos del Reus, prueban suerte en el Noisy. Estos últimos cuatro jugadores no se han doctorado en el campeonato español, aunque disponen de juventud y tiempo para el regreso.
En Alemania, el meta reusense Eric Soriano emprendió nuevo vuelo junto a Jordi Molet en 2013. Concretamente en el Cronenberg, otra de las entidades que acostumbra a asomar la cabeza en competiciones continentales. Los embajadores internacionales le dan un toque de glamour a ese ramillete de nombres ilustres que defienden el honor provincial.
Calafell no se rinde
En el Joan Ortoll de Calafell sufrieron el pasado verano un descenso difícil de digerir, aunque el club y esa hinchada tan apasionada no se rinden. Desean volver a la OK Liga. Romeu, los hermanos Vergés o Uri Palau conformaban ese núcleo duro provincial en una escuadra con tintes tradicionales en el mundillo y que acabó por perder el privilegio debido a problemas de tesorería inevitables. Eso sí, la pasión permanece.
Todos estos ingredientes dan brillo al hockey tarraconense. La llama luce más que nunca y conviene no apagarla. Imaginemos esa selección mundial peleando por el título más deseado. Contaría con recursos suficientes para poder lograrlo. Molina y Català bajo palos, Casanovas, Creus, Jordi Ferrer, Francesc Gil, Marín, Adroher, Jepi Selva y Costa, en la pista. Todo dirigido por Jordi Garcia. Suena bien. Muy bien, ¿no?