Òscar Cadiach ha dedicado la cumbre del Broad Peak (8.047 metros), que coronó ayer jueves y le permitió completar los 14 ochomiles sin oxígeno artificial, a Alberto Zeraín, el alpinista vasco fallecido hace unas semanas a causa de un alud en el Nanga Parbat.
"Sin él es muy duro poder continuar haciendo estas montañas', ha dicho a través del programa El Pont de Mahoma desde el campo 1, a 5.600 metros de altura, donde descansa ahora mismo a la espera de descender hasta el base. También le dedica la cima 'a la familia y a todos aquellos que le han apoyado en los últimos años'.
'Ayer fue uno de los días felices de mi vida, pero también un día muy sufridor', ha dicho el alpinista. Ha añadido que se 'propuso sí o sí hacer la cima' y las condiciones fueron muy duras 'necesitaba agua y no la pude obtener'. Estuvieron 24 horas sin líquido. Esto lo ralentizó mucho, sobre todo en la bajada, al no poder fundir nieve.
Cadiach ha recordado que el Broad Peak tiene la peculiaridad de que 'tienes que estar 10 horas por encima de la zona de la muerte, y antes de llegar a la cima es necesario recorrer una larga travesía hasta la arista final y el techo de la montaña (8.047 m) conocido como la 'caña de bambú'. Asegura que sufrieron mucho frío durante todo el ascenso nocturno y que el viento fue una constante.
Ahora, en el campo 1, tanto él como sus compañeros de cordada ya se han podido hidratar y se encuentran en mejores condiciones para seguir hasta el base, a 4.900 m.
'Hemos pasado una noche apacible en el campo 3', aunque con mucho viento. Cadiach admite que ascendieron el día preciso, porque hoy viernes ya ha cambiado radicalmente el tiempo en el Karakorum.
Recuerda las emotivas palabras de Cadiach desde la cima (audio)
