La mejor manera de olvidar una derrota es logrando una victoria. Esta es la receta futbolera que cualquier doctor del balompié aconseja. El Nàstic todavía saborea con amargura el tropiezo inesperado frente al Teruel. Lo que apuntaba a ser una fiesta del liderato terminó siendo una pesadilla en la que los granas no solo cayeron de la primera plaza, sino que perdieron la condición de invictos en su feudo.
Lo que aconteció en el Nou Estadi Costa Daurada el pasado domingo ya es pasado y los tarraconenses vislumbran con ansías este sábado. Es el día fijado para visitar al Arenteiro en una de las plazas más complicadas de la categoría. Hablamos de que el conjunto gallego ha hecho de su estadio otro fortín. De hecho, solo el Nàstic le supera como mejor local del grupo I, así que los números hablan por sí solos. Son ocho victorias, tres empates y solo dos derrotas para un total de 27 puntos en su casillero como local, solo uno menos que el conjunto de Dani Vidal.
Todas estas estadísticas podrían atemorizar a un conjunto grana que si algo ha dejado claro en sus tres años en Primera RFEF es que por norma es un equipo mucho más peligroso como local que como visitante. Sin embargo, este año esta regla no se está cumpliendo a rajatabla. No porque el Nàstic no esté siendo un buen local, todo lo contrario es el mejor, sino porque de visitante ha aumentado de manera considerable sus prestaciones y ahí quizás se explica porque el Nàstic es un firme candidato a la primera plaza que ocupaba hasta la semana pasada.
Cinco victorias suma el Nàstic como visitante este curso, las mismas que toda la temporada pasada al completo
Para que se hagan una idea, el equipo de Dani Vidal está a solo tres puntos de igualar los conseguidos toda la pasada campaña como visitante. Este curso suma 18 puntos en 12 partidos jugados que han llegado tras sumar cinco victorias, tres empates y cuatro derrotas. Son números muy bestias si se comparan con el curso anterior en el que logró 21 puntos en 19 partidos tras sumar cinco victorias, seis empates y ocho derrotas. En otras palabras, el Nàstic ya ha ganado los mismos partidos esta temporada lejos del Nou Estadi que en todo el curso anterior, sobrándole hasta seis encuentros menos.
Ahora el reto es igualar la puntuación y para ello solo necesita una victoria más que los granas quieren que sea en Arenteiro. De conseguirlo harán todavía más trizas una comparativa que a día de hoy ya resulta demoledora. Si se comparase al Nàstic de visitante de este curso con el de la pasada campaña a estas alturas la diferencia es de: cinco puntos más, dos victorias más, un gol más a favor, pero cinco menos en contra.
El sábado en Arenteiro va a haber un duelo de altos vuelos entre el segundo mejor local y el sexto mejor visitante. El Nàstic quiere seguir reafirmando su condición de candidato al ascenso y dejar claro que la derrota frente al Teruel fue un accidente. Dicen que las penas se curan en casa, pero los granas quieren curarlas lejos de ella.