A pesar de la mínima victoria de ayer en la Devesa frente al Sant Ildefons, la Rapitenca sigue teniendo más que complicada la permanencia en Primera Catalana, y se encuentra cerca del abismo.
Con el triunfo de ayer, el equipo del Montsià rompió una racha negativa de ocho derrotas y dos empates, y volvió a la senda de las victorias, tras pasar una etapa complicada, puesto que el último partido que ganaron fue ante el Balaguer a finales del mes de enero.
Esta jornada, los aficionados que se asistieron al estadio de la Devesa pudieron ver una primera parte de encuentro aburrida en la que únicamente se registró un disparo desde fuera del área del cuadro visitante que no encontró puerta y una aproximación local, a través de un saque de esquina. Al final de la primera mitad, se produjo la expulsión por doble amonestación de Aleu, quien dejó en inferioridad numérica a su equipo.
Parecía que el hecho de jugar en inferioridad numérica los segundos 45 minutos condicionaría al Sant Ildefons, pero los visitantes siguieron teniendo el control del balón y, aunque generaron peligro, los rapitenses exhibieron una buena defensa y no encajaron ningún tanto.
Cuando parecía que el reparto de puntos era inevitable, un pase en profundidad de Ricardo a Sabaté propició una excelente jugada de éste último que acabó con un disparo que se coló por la escuadra del marco defendido por Arnalot.
En la próxima jornada, la Rapitenca preparará el partido en el campo de la Montañesa en el que no estarán por sanción Barry, Ivan y Forés.
