14 días después regresa el Nàstic a la acción en Primera RFEF. El conjunto grana no pudo jugar en la jornada pasada por el temporal de la DANA en el encuentro que tenía fijado el pasado sábado en el Nou Estadi ante el Celta Fortuna. El mismo día conoció que el partido se aplazaba. Justo una semana después, toca volver a la batalla.
El Nàstic acude a Bilbao con la intención de dar un golpe en la mesa. Necesita volver a ganar como visitante porque esta temporada está sufriendo mucho lejos del Nou Estadi. No tanto en el juego, quitando el encuentro ante el Arenteiro, pero sí en el resultado. Los granas solo han sumado una victoria lejos de casa y curiosamente fue muy cerca de Lezama. El único triunfo visitante llegó en Amorebieta en la primera salida del curso. Desde entonces, el balance es de un empate y tres derrotas para un botín total de cuatro puntos de 15 posibles. Números rojos a los que hay que darle la vuelta desde ya.
El Nàstic llega reforzado tras el último partido disputado. No fue correspondiente a la Primera RFEF, sino que fue el de la primera ronda de la Copa del Rey de la semana pasada. Una salida envenenada a Ibiza ante un rival de menor categoría, pero con mucho ímpetu, que los granas superaron con nota. El equipo tarraconense cuajó un gran partido con balón y activó el mejor nivel de muchos jugadores que no estaban siendo titulares en las últimas semanas. Especialmente positivo fue el rendimiento de Álex Jiménez, que marcó un golazo desde el centro del campo, y de Álex López, que llevó la batuta en la medular y demostró que si está al 100% físicamente puede ser el director de orquesta de este Nàstic.
Ganas de resacirse
El buen hacer en la Copa dejó atrás un partido raro como fue el disputado en la última fecha en Primera RFEF en la visita a Irún. Un duelo en el que los granas tuvieron que jugar bajo el diluvio en un campo totalmente encharcado. Aquello no fue fútbol y el partido fue cruel con un equipo que puso todo lo que tenía que poner para al menos no perder. Un penalti riguroso por mano de Joan Oriol dejó al Nàstic en la lona sin merecimiento. Pero eso ya es pasado porque el equipo demostró en Ibiza que en condiciones normales no le teme a nada ni a nadie.
Con una plantilla tan repleta de recursos como la que tiene en estos momentos Dani Vidal es complicado predecir un once al 100%. El técnico tarraconense puede jugar con el 4-4-2 o con el 4-3-3 de partida, provocando que los elegidos sean unos u otros.
Dos bajas para Bilbao
Eso sí, el entrenador grana no podrá contar con dos jugadores para la visita a Lezama. Gorka Pérez está en la recta final de su recuperación y Concha cumplirá su último partido de sanción.
Las dudas en el once
Todo parece apuntar a que en la defensa no habrá novedades, sobre todo en el centro de ella. Pol Domingo y Joan Oriol serán los carrileros, mientras que el centro de la zaga la ocuparán Unai Dufur junto a Antonio Leal, recuperado para la causa.
En la sala de máquinas es donde hay muchas alternativas. Óscar Sanz, Ander Gorostidi, Marc Montalvo y Álex López están en plena forma, pero solo hay hueco para dos o para tres, en función del esquema seleccionado.
En los costados, Narro es el dueño de la izquierda, mientras que en la derecha sigue la pugna entre Marc Fernández y Jaume Jardí.
La otra gran duda inicial está en el frente ofensivo. Pablo Fernández, Antoñín Cortés y Álex Jiménez son las tres opciones para una delantera que puede tener uno o dos colmillos.
Con la intención de conseguir una victoria clave para acechar los puestos de play-off e inyectar confianza en el rol de visitantes, los granas acuden a Bilbao para medirse a uno de los filiales más peligrosos de Primera RFEF. Un equipo recién ascendido que está pagando el peaje de volver a una categoría tan exigente y que en estos momentos ocupa los puestos de descenso con 11 puntos en su casillero.
Un dato a tener en cuenta es que el filial rojiblanco solo ha sumado cinco de estos puntos en casa, siendo uno de los peores locales en el inicio de curso.
Así juega el Bilbao Athletic
Pese a ello, Dani Vidal no se fía de un filial al que ensalzó en la sala de prensa: «El Bilbao Athletic es un equipo que me gusta mucho. Es un equipo que tiene mucho talento, con jugadores de mucho dinamismo y con ese punto de verticalidad con jugadores rápidos y desequilibrantes. A nivel defensivo está muy bien organizado y presiona muy bien. Tenemos el plan de partido claro, pero necesitaremos nuestra mejor versión para someterles».
Los bajos números que tiene como local no tranquilizan a un técnico tarraconense que ya avisa que deberían haber sido más: «Podían haber cosechados más puntos. Hemos visto todos sus partidos de local y ha habido partidos en los que han estado muy bien y han generado ocasiones de peligro suficientes y lo que les ha penalizado es esa falta de acierto en metros finales».
Pese al nivel del rival, Dani Vidal lo tiene claro, su equipo va a ir a ganar: «Nosotros tenemos muchas ganas de ganar para que no se instale en el entorno el pensamiento de que el equipo compite de una manera diferente en casa que fuera. Nosotros preparamos todas las semanas igual, yo no voy a un partido fuera de casa a empatar».