El Nàstic de Tarragona 2023-2024 invita al optimismo. Muchos pensarán que es una precipitación sacar este tipo de conclusiones cuando todavía no hemos llegado a mediados de agosto, pero las sensaciones están siendo más que positivas y la afición grana tiene suficientes motivos para tener mariposas en el estómago esta campaña, que arrancará el último fin de semana de este mes.
Vender ilusión después de la desastrosa temporada pasada puede sonar peligroso, pero los hechos nos muestran que este Nàstic con el sello de Dani Vidal, ha tenido un lavado de imagen total y en poco tiempo.
La clave principal de que exista ilusión entre el aficionado es que el técnico tarraconense ha plasmado una idea de juego desde el primer día. Esta filosofía grana se basa en aplicar una presión alta en la salida de balón del rival. Los dos extremos y los dos delanteros muerden a la defensa cuando sacan el balón. Esta presión provoca que existan altas posibilidades de robar cerca del área y crear una ocasión de peligro, o bien, que el rival rife el cuero hacia la zona de la sala de máquinas y ahí, los dos mediocentros tengan mucho ganado porque son conscientes de que fruto de la presión, el esférico puede acabar en su poder.
Otra de las ideas de juego fundamentales es la rápida circulación de balón que aplica el Nàstic de Vidal. Este hecho provoca la creación de transiciones ofensivas realizando muy pocos toques.
Este tipo de acciones suelen arrancar con la explosividad de Alex Tirlea desde el costado diestro. El lateral grana aprovecha su explosividad para romper líneas de presión rival y con esto, habilitar un mejor posicionamiento a los dos miembros del centro del campo. A partir de aquí, el talento de Montalvo, Sanz, Borja Martínez o Gorostidi, hace tener siempre dos opciones de pase, tanto al costado zurdo, como diestro.
Además, como Tirlea ha roto líneas de presión y su posición ya está adelantada, puede acompañar al extremo para crear superioridad. En caso de que la jugada se desarrolle por la zona zurda, la explosividad de Oriol, provoca también crear superioridad en el otro costado.
El papel de la salida de balón desde atrás también es clave en la figura del central, tanto Trigueros, Dufur como Nacho, tienen esa capacidad para ganar metros y filtrar envíos directos a los hombres de ataque, sin pasar por el medio.
Otro de los aspectos que invitan al optimismo es la alta capacidad de contraataque que tiene el nuevo Nàstic. Y aquí aparece la figura fundamental de Andy Escudero, que está llamado a ser la brújula del Nàstic. El alicantino ha demostrado en todos los partidos de pretemporada que es capaz de ver huecos milimétricos para filtrar pases que están al alcance de muy pocos futbolistas de la categoría.
Pablo Fernández, fundamental
Aquí también entra la figura de Pablo Fernández, el delantero asturiano es un multiusos, capaz de meter goles, como de hacer de hilo conductor entre los mediocentros y los extremos, para así, crear espacios, abrir a los costados y sumarse al remate.
La mejor de las noticias es que todos estos aspectos tácticos se pueden valorar en líneas generales tras lo visto ante el Andorra y Zaragoza en casa y a domicilio ante el CD Castellón. Detalle optimista porque se ha visto al mismo Nàstic tanto fuera, como en casa.
La idea es clara y evidente para todos. Juegue quien juegue, la idea es la misma y todos la plasman sobre el tapete.
Las pretemporadas siempre hay que cogerlas con pinzas, pero si han llegado hasta aquí, habrán leído que en ningún momento se ha hablado de resultados, si no del estilo de juego, algo que en Can Nàstic, hacía tiempo que no se veía. El 26 de agosto, primer examen real ante el Arenteiro en el Nou Estadi.