Óscar Sanz (Sant Sadurní d’Anoia, 23 años) estaba llamado a ser uno de los jugadores del futuro del Nàstic. Un canterano que brillaba en el Juvenil y que deslumbró en la Pobla. Participó en varias pretemporadas y apuntaba a irrumpir en el primer equipo con fuerza. Pero los caminos no suelen ser tan directos. Ni tan sencillos. Óscar Sanz no encajó en los entrenamientos de Toni Seligrat. Al técnico valenciano, por entonces -previo a su paso por el filial del Alavés-, no casaba con la juventud. Sanz, una apuesta fuerte de la directiva, tuvo problemas y acabó por salir de la dinámica del primer equipo en la que estaba desde que debutara en septiembre de 2019 de la mano de Xavi Bartolo.
Volvió a la Pobla, de Dani Vidal, para volver a intentar el salto la temporada siguiente. Tampoco tuvo éxito. Raül Agné no contó para nada con el mediocentro que en enero optó por marcharse cedido al Ebro, en Segunda Federación. Con los aragoneses disputó 18 partidos y anotó cuatro goles para colaborar en lograr una holgada permanencia.
Segunda cesión: Unionistas
La continuidad de Raül Agné obligó a Óscar Sanz de nuevo al exilio. Unionistas de Salamanca le ofreció ese escenario que demandaba. Un sitio donde sentirse valorado y en el que tuviera libertad para crecer. El mediocentro canterano del Nàstic se ha quedado más cerca del play-off de ascenso a Segunda División que el conjunto grana. En un grupo realmente complicado con equipos como el Deportivo, Alcorcón, Fuenlabrada, Real Madrid Castilla, Córdoba o Racing Ferrol, entre otros, Unionistas ha pelado hasta la penúltima jornada por esa quinta plaza de promoción. Como los granas, sellaron su participación para la próxima edición de la Copa del Rey.
En el esquema del técnico Dani Ponz, el mediocentro catalán ha sido indiscutible en el doble pivote. Un jugador para ofrecer equilibrio y tranquilidad, conquistando a los aficionados del Reina Sofia. No solo con sus sobresalientes actuaciones, sino jugando los últimos partidos con la mano rota. En una entrevista al Diario Salamanca24horas.com, Sanz valoraba su paso por Unionistas de la siguiente manera: «Ha sido una de las etapas más bonitas y en las que más he crecido como jugador y como persona».
Renovación por una temporada
El buen sabor de boca que le ha dejado estos meses en Salamanca hacen que el futbolista no descarte la posibilidad de regresar, aunque tiene contrato con el Nàstic. Realmente, el club grana tiene una cláusula que le permite prolongar un año más la vinculación con el futbolista. La intención de la entidad tarraconense no es solo activar esa opción de alargar el contrato hasta junio de 2024, sino poder ampliarla aún más años.
Óscar Sanz es otro de los futbolistas que han crecido al amparo de Dani Vidal. Desde el Cadete B hasta el filial. De ahí que la presencia del técnico tarraconense, si finalmente es el elegido por el Consejo de Administración para dirigir las riendas del proyecto grana 2023/24, sea capital para convencer al futbolista y vencer las reticencias que dos años de cesiones pueden haber generado.
Porque un año, 2.377 minutos en 35 partidos y 2 goles después, Óscar Sanz ha dejado claro en Salamanca está preparado para regresar a casa y ocupar el lugar en el medio del campo del Nàstic al que siempre estuvo predestinado.
