El Nàstic acude este domingo al Toralín y allí contará en las gradas con un seguidor ilustre. Oriol Pozo es aficionado acérrimo del club grana, pero lo suyo va más allá porque es también el entrenador del Clínica Ponferrada de baloncesto. Una conexión que provoca que en ese partido su corazón esté «partío» como diría Alejandro Sanz. El club de sus amores se mide al club del que defiende sus colores, aunque sea en otro deporte.
Presente en El Toralín
«El domingo estaré en el partido. Todo el mundo sabe que al ser de Tarragona desde pequeño he sido aficionado al Nàstic porque es el equipo de mi ciudad y soy socio de toda la vida. Me hace ilusión poder ver al equipo al que he seguido toda mi vida aquí en Ponferrada y al mismo tiempo apoyo a la Ponferradina y ojalá los dos equipos puedan ascender a Segunda División. El año pasado ya los dos jugaron los play-off», asegura Pozo, que confirma que estará en las gradas del Toralín.
El entrenador del Clínica Ponferrada de baloncesto es un seguidor total del Nàstic y del fútbol y por eso se atreve a pronosticar el encuentro que se va a vivir entre dos de los miuras de la categoría: «Me imagino un partido muy igualado como todos los de esta categoría. Los dos saldrán con ganas de llevarse el partido y ninguno de los dos especulará».
Así ve al Nàstic
A su Nàstic, ese del que es socio de toda la vida, lo define de la siguiente manera en este curso ascendente: «El Nàstic está yendo de menos a más. No poder culminar el ascenso fue un golpe muy duro, pero el equipo se ha repuesto bien y ya ha encajado las piezas y se ve un equipo compacto».
Así ve a la Ponferradina
Sobre el rival de los granas, la Ponferradina, Pozo no escatima en elogios para el club del que defiende sus intereses: «La Ponferradina es un equipo muy apoyado por la ciudad. Es un club con más de 7.000 socios y el Toralín es un estadio que suele estar lleno y se vive con muy ambiente y es un equipo humilde, pero que hace las cosas bien y estuvo muchos años seguidos en Segunda División y es allí dónde merece estar».
Pozo aterrizó en Ponferrada hace dos temporadas para dirigir al equipo de la sección de baloncesto en Segunda FEB, la misma categoría en la que militan CBT y CB Salou, aunque los del Bierzo lo hacen en el grupo Oeste. Su decisión de firmar por su actual club fue acertada, tal y como ha demostrado el paso del tiempo: «Estoy muy contento. Fue un cambio grande venir aquí y desde el primer momento la ciudad me sorprendió gratamente y la gente me ha hecho sentir muy a gusto. Por eso renové porque estoy a gusto dónde trabajo».
Su inicio de temporada
La Ponferradina de baloncesto está situada en la media tabla con un balance de cuatro victorias y cuatro derrotas. Un inicio que Pozo valora de la siguiente manera: «El inicio del equipo fue muy bueno, aunque empezamos con una derrota en Melilla que es el principal candidato al ascenso y luego encadenamos tres victorias consecutivas. Ahora venimos de dos derrotas consecutivas, pero nuestra situación para ser uno de los presupuestos más bajos de la competición es positiva».
Pozo también está al corriente del baloncesto tarraconense, del que lamenta que no tenga un proyecto más arriba: «Sería positivo para Tarragona que haya un proyecto en el baloncesto profesional, pero siempre nos ha faltado unidad. Tarragona como provincia tiene la capacidad para tener un proyecto más ambicioso porque si hubiera más colaboración y unidad podríamos estar más arriba como Manresa o Lleida que son ciudades ACB y a las que Tarragona no tiene nada que envidiar. Y luego está el CB Valls al que sigo desde que me fui y que es un gran club y referente y está haciendo las cosas muy bien en los últimos años».