Nicola Kuhn (Insbruck, Austria, 2000) está acostumbrado a librar continuas batallas en su carrera deportiva. Apuntaba a gran promesa del tenis (fue subcampeón individual júnior de Roland Garros y vencedor en dobles en 2017) y llegó a ser el número 179 en el ranking mundial de la ATP en 2019, con solo 19 años; se mantuvo en el top200 hasta 2021, ganando incluso un par de torneos Challengers (Segovia y Braunschweig). Pero una racha posterior en la que no llegaban los resultados y experimentó desde cambios de entrenadores y de metodología, además de vivir una depresión, no solo frenaron su evolución, sino que le fueron hundiendo en el ranking a partir de 2022. Tocó fondo en 2023, que acabó en el puesto 703º. Pero siempre había confiado en que podía volver a ser el de antes; aunque para ello no le quedase otro remedio que volver a jugar competiciones ITF, las más bajas en el escalafón internacional pero imprescindibles para sumar puntos ATP y, con ellos, volver a remontar el vuelo. Quienes esta semana le han podido ver en directo en el Reus Monterols saben que tiene tenis para conseguirlo.
En la final del ITF Quadis Autolica Mercedes Benz ‘Ciutat de Reus’, un M25 del circuito mundial, ofreció una master class de cómo remontar un partido que tenía muy cuesta arriba, con una lesión en el pie derecho a las primeras de cambio y un match ball en contra.
A base de fe y pundonor fue capaz de levantar el choque, para adjudicarse el título frente al británico Anton Matusevich por 5/7, 7/6 (2) y 6/3 en una espectacular final que se fue hasta las dos horas y media de duración y que deleitó a los aficionados que llenaban la pista central del club reusense. Fue una de las mejores de la última década que se recuerdan de este torneo que se acerca ya al medio siglo de vida.
Kuhn, que partía como séptimo cabeza de serie, venía de jugar magníficos partidos previos en la tierra batida del Monterols, donde no había cedido un solo set. Nada que ver con su participación, una semana antes, en el Ciutat de Tarragona, otro ITF M25 en el que cayó en primera ronda frente al suizo Damien Wenger (376º del mundo) en dos sets.
Matusevich (22 años, 388 del ránking mundial) no se lo iba a poner nada fácil. De hecho el británico arrancó con un 0-3 a su favor, tras un break y con un efectivo primer servicio que complicaba la vida a Kuhn.
El tenista con nacionalidad alemana (aunque reside en Torrevieja desde los tres meses de vida) necesitó la ayuda del fisio a los diez minutos de juego por molestias en el pie derecho. Las manos milagrosas de Edu Queralt le dejaron como nuevo, tanto que Kuhn sumó su primer juego a continuación y, tras el 1-4 y el 2-4, le devolvió la rotura a su rival para igualar el choque a cuatro juegos. Con 4-5 llegó a salvar hasta cuatro bolas de set y forzó el 5-5, pero luego ya no pudo contener a un Matusevich que ganó su servicio (5/6) y a continuación protagonizó un juego espectacular que cerró en blanco con un globo perfecto para firmar el break y el set (5/7) tras 50 minutos de lucha.
La segunda manga fue también muy igualada. Con 4-4 Kuhn desaprovechó una bola franca de rotura y con 5-6 Matusevich un match ball, yéndose el duelo al tie-break. En la muerte súbita el alemán remontó un 0-2 para jugar como los ángeles y firmar el 7-2 tras un ace y dos puntos finales espectaculares.
Ya lanzado, en el tercer set el tenista alemán se comió al británico, que se vino definitivamente abajo con un break en el cuarto set; luego puso la directa hacia la victoria y el título.