El Nàstic consiguió ante la UE Cornellà salvar el primer objetivo de la temporado. Uno de mínimos. Tanto que ni siquiera figuraba entre los planes a principio de temporada. No porque no se viese capaz al proyecto, obviamente, sino porque parecía innecesario hablar de salvación para uno de los presupuestos más altos de la Primera Federación.
La temporada ha ido alejando los principales retos. El primer puesto pronto pareció una quimera, mientras que el sueño del play-off aguantó hasta el empate en casa ante Osasuna Promesas (1-1), en la jornada 32.
Las derrotas seguidas ante Atlético Baleares (2-1) y Real Unión (0-1) situó al Nàstic en la cruda realidad de tener que preocuparse por la permanencia. No era la primera vez en la competición que coqueteaba con el descenso. La breve etapa de Iñaki Alonso dejó al equipo a un punto de la zona roja.
El gol de Quintanilla en los primeros compases del partido ante la UE Cornellà trajo el alivio. No estuvo exento de sufrimiento. Al Nàstic le faltó gobernar el partido. Ofreció mucho oficio en defensa y apenas concedió ocasiones al rival. Pero en ataque, después de los primeros minutos que acompañaron el tanto, no hubo continuidad.
Quedan dos jornadas y aunque parece que los granas no tengan ningún incentivo, tienen un objetivo en la recámara: el acceso a la próxima edición de la Copa del Rey.
Las bases de competición otorgan a cada uno de los dos grupos de la categoría cinco plazas de acceso directo al torneo copero. Cinco billetes que corresponden con los equipos que disputan el play-off de ascenso a Segunda División y el campeón de cada grupo, que sube directo. Sin embargo, los filiales no cuentan, ya que la Copa del Rey solo la juega un equipo por club. Así, tal y como está ahora mismo la clasificación del grupo 2 de Primera Federación, el Nàstic está a solo dos puntos de lograr la clasificación para la Copa.
Amorebieta, Eldense y Castellón tienen asegurada su presencia para la próxima edición del torneo del KO. Son los tres primeros de la tabla con una ventaja amplia sobre el resto.
El cuarto y el quinto clasificado son Barça Atlètic y Real Sociedad B, por lo que sus dos plazas son para los dos siguientes equipos: Real Murcia (53 puntos) y SD Logroñés (51 puntos), puesto que en séptimo lugar también hay un filial, Osasuna Promesas que cede su billete al octavo. Con 49 puntos y seis aún por disputarse, los granas tienen sus opciones de pelear por una plaza. Además, el SD Logroñés es de los pocos equipos con los que el Nàstic tiene el golaveraje particular a favor.
Será difícil. Primero porque hay que ganar este sábado en campo del líder, un Amorebieta que se juega el ascenso directo a Segunda División. Y después, porque hace falta que Real Murcia, SD Logroñés y Sabadell pinchen en sus respectivos partidos. Una combinación complicada, pero que obliga a la plantilla del Nàstic a pelear hasta el final de temporada.
De no poder acceder a esa plaza, el Nàstic puede optar por entrar en el torneo por la vía de la Copa RFEF Federación. Un camino que ya intentó recorrer en la temporada 2020/21. No lo logró porque perdió en la segunda eliminatoria en el campo del Llagostera (2-1) en la prórroga.
La última participación del Nàstic en la Copa del Rey ha sido esta misma temporada. Los granas completaron una actuación destacable en la competición. Ganaron en primera ronda al modesto Racing Rioja en Las Gaunas (0-2).
En la segunda ronda recibieron a todo un Málaga al que doblegaron 2-1 gracias a un golazo de Pablo Fernández a falta de diez minutos para el final del partido. En dieciseisavos tuvieron enfrente a Osasuna, finalista de la competición (perdió ante el Real Madrid por 2-1), que apeó a los granas gracias a un gol en la prórroga y cuando el conjunto tarraconense jugaba en inferioridad numérica por expulsión de Pablo Fernández.