La plantilla del Nàstic puso mucho empeño en conseguir el segundo puesto de la clasificación del grupo 1 de Primera RFEF. Una vez el Deportivo de la Coruña certificó el ascenso directo, el objetivo del subcampeonato pasó a ser una prioridad máxima. Era vital conseguirlo de cara al play-off. Por los beneficios que acompañaban a esa posición. El factor cancha y la ventaja de salir ganador en caso de empate a la conclusión de la prórroga. Dos aspectos que a lo largo de las diez eliminatorias que se han disputado de ascenso de Primera RFEF a Segunda División han resultado decisivas.
El dato lo dice todo: las diez eliminatorias han caído del lado del equipo que ha jugado la vuelta en su estadio.
El sistema actual de play-off de ida y vuelta se recuperó en la pasada temporada 2022/23. Era la segunda campaña de la nueva categoría. La primera, la del estreno de Primera RFEF, aún con las secuelas de la pandemia de la Covid-19, se jugaron eliminatorias a partido único en Galicia. A Malata (Ferrol), Riazor (A Coruña) y Balaídos (Vigo) acogieron los seis partidos decisivos en una fase de ascenso de infausto recuerdo para los granas, tras la derrota 2-0 ante el Villarreal B en la final.
El curso pasado volvieron los play-off tradicionales, incluyendo la normativa de que en caso de que se llegara al final de la prórroga con la eliminatoria igualada, el equipo mejor clasificado en la competición regular sería el vencedor de la misma.
Desde entonces se han disputado diez eliminatorias. Todas han acabado con victoria para los equipos que han disputado la vuelta en su estadio. Un 100%. Una estadística que invita al optimismo tarraconense de cara al partido del sábado a las 21.00 horas en el Nou Estadi.
Hay más aspectos por destacar que también otorgan más probabilidades a los granas de ascender al fútbol profesional. Por ejemplo, la ventaja de haber finalizado en mejor posición que su adversario. En dos ocasiones la eliminatoria se ha decantado por este factor. El Castellón frente al Dépor, en las semifinales de la pasada campaña; y el Eldense ante el Real Madrid Castilla en una prórroga épica de los alicantinos.
La remontada grana no sería la primera vez que sucede en el play-off de Primera RFEF a Segunda División. En un 30% de las eliminatorias se han levantado resultados adversos en el partido de vuelta. Justo lo que necesita el Nàstic.
El Castellón superó al Deportivo en la semifinal después de vencer en Castalia por 3-4 tras el 1-0 de la ida en Riazor. Eso sí, la eliminatoria se marchó a la prórroga. El tiempo extra fue productivo. Kuki Salazar volvía a adelantar a los gallegos, perol Cubillas, en el 108, dio la victoria a los castellonenses.
Más sonada fue la remontada del Real Madrid Castilla frente al FC Barcelona B. El filial azulgrana se impuso en el partido de ida, disputado en el Estadi Johan Cruyff por 4-2. Una diferencia de dos goles que parecía suficiente para acceder a la final del play-off. Sin embargo, el cuadro merengue, dirigidos por Raúl González Blanco, remontó con un 3-0 en el Estadio Alfredo Di Stéfano de la Ciudad Deportiva del Real Madrid.
Su rival en la eliminatoria final fue el Eldense que también había tenido que voltear un resultado adverso. Los alicantinos cayeron ante el Celta de Vigo B en Balaídos por 3-2. En el Nuevo Estadio Pepico Amat los locales lograron vencer a los gallegos 2-0 y superar la ronda.
El Nàstic buscará mantener la estadística en el 100%. El 2-1 en Málaga es remontable. Ganar en el Nou Estadi es suficiente para ascender a Segunda División. Con prórroga, sin prórroga, de uno o más goles, los granas están confiados que el sábado será un día histórico.
