En la vida toca pasar página por muchas veces que uno no quiera. El Nàstic se está preparando para ello. Probablemente no haya ningún jugador, técnico, directivo o aficionado que todavía no recuerde ese pasado 22 de junio de 2024 en el que a los granas le arrebataron el ascenso a Segunda División en el último segundo. El Málaga fue el verdugo y Eder Mallo su cómplice. Una herida que no se ha cerrado ni se cerrará. Simplemente se aprenderá a vivir con ella en el cuerpo. Porque la crueldad ese día hizo acto de presencia para permanecer de manera eterna en la historia grana.
Desde entonces han pasado un mes y 10 días, o lo que es lo mismo, 42 días. Un tiempo largo que llega hoy a su fin porque el Nàstic vuelve a casa. Lo hace inmerso en una pretemporada en la que prepara con dolor y sentimiento de venganza un nuevo curso en Primera RFEF. Es donde le toca estar, aunque no sea justo. Con ese sentimiento de rebeldía se encara un año en el que conseguir el ascenso vuelve a ser el objetivo.
El Nàstic jugará en el Nou Estadi Costa Daurada a partir de las 19.30 horas contra el Castellón. Lo hará con público, como es lo normal, pero es que en el comienzo del curso oficial no reinará precisamente la normalidad. El Nàstic jugará sus primeros cuatro partidos en casa en Primera RFEF a puerta cerrada. Ourense, Sestao, Tarazona y Real Sociedad B serán los rivales ante los que se juegue sin público.
El primer partido en casa con espectadores no será hasta el 20 de octubre ante Osasuna Promesas en la novena jornada de liga.
Ya en lo que concierne a la pretemporada, el duelo ante el Castellón será en un exigente test de pretemporada ante un equipo que sí que consiguió el ascenso a Segunda División la pasada temporada y lo hizo de forma directa al quedar campeón del grupo II. Fue probablemente el mejor equipo a nivel regular y de juego de Primera RFEF. Eso son palabras mayores. Así que hoy a los de Dani Vidal les tocará subir el nivel tras dos triunfos en los dos primeros amistosos del verano ante Sabadell (0-2) y Terrassa (0-3).
Un rival exigente
El Castellón llega tras endosarle un 0-6 al Elche en un resultado abultado ante un equipo imponente de la Liga Hypermotion. Una clara advertencia para un conjunto grana que quiere aprovechar la exigencia del choque para comenzar a ver los primeros rasgos identificativos del equipo en cuestión competitiva, aunque siempre es mejor no analizar en exceso los partidos veraniegos. Se deben extraer conclusiones, pero nunca hacer juicios de valor extremos.
Dani Vidal está aprovechando los primeros partidos del verano para repartir minutos y no cargar a nadie en exceso. Ante el Terrassa ya jugaron Alberto Varo y Joan Oriol, bajas en el debut estival ante el Sabadell, y hoy podría tener sus primeros minutos Nil Jiménez, el nuevo lateral zurdo que ha regresado tras estar solo un año fuera en la Ponferradina. Como curiosidad, ambos equipos se vieron las caras en Castalia el pasado curso en pretemporada y el Nàstic venció por 1-2 con goles de Pablo y Pochettino.