Después de una temporada decepcionante, el Nàstic regaló a los poco más de 3.500 espectadores una despedida más que digna. Un partido completo y una victoria holgada (3-0) que llegó con el premio de poder disputar la próxima edición de la Copa del Rey. Perdió el SD Logroñés y los granas se llevaron el último billete para el torneo.
El equipo de Dani Vidal ofreció una primera parte brillante. Fue un torbellino y convirtió los primeros minutos en un taquigol. El Alcoyano no sabía por dónde salir. Marcaron los tres Fernández (Pablo, Guillermo y Marc) en una actuación del ataque perfecta. Con presión, dinamismo y finalización. Lo que le había faltado durante muchas jornadas llegó en la última. Más vale tarde que nunca.
Jugar sin presión es otra historia. Es así de sencillo. Cierto que un club como el Nàstic siempre existirá. La exigencia del club es la misma en Primera Federación que en Segunda División. Siempre se pide más. Hay que preguntarse si, en ocasiones, valdría la pena no llevarla tan al límite. Si proponerse el primer puesto de buen principio es una buena idea. O si forzar a la plantilla en la primera mala racha es la mejor forma de solucionarla. El Amorebieta fue colista en la jornada 7. Se mantuvo la confianza y este sábado celebraba su merecido regreso a Segunda División.
Este año todo, todo lo que huele a Copa del Rey en Tarragona lleva el sello de Pablo Fernández. El delantero asturiano fue el autor del gol que eliminaba al Málaga en el Nou Estadi y también el que llevaba el choque contra Osasuna, finalista del torneo, a la prórroga. Era el primero que no quería perderse la próxima edición de la competición. Para ello había que ganar y el de Candás puso la primera piedra del camino.
Ni dos minutos duró el empate en el marcador. Manu García sacó una falta en largo a la cabeza de Guillermo. El bilbaíno cabecea para dejarle el balón de cara a Pablo que deposita el cuero en la red con un tiro raso. Pim-pam. La extrema sencillez del fútbol.
La conexión entre los dos Fernández entró en combustión en el último partido con otra buena acción del vizcaíno. Cayó a la banda para poner un centro al primer palo que Pablo cabeceó fuera por poco. No era de extrañar que la grada se preguntase cómo es que no ha sido más productiva durante la temporada.
En general, el dinamismo de los cuatro futbolistas ofensivos del Nàstic ofrecía constantes espacios ante un Alcoyano algo tierno. Tenía pinta de que a los alicantinos les podía caer una buena. Los granas iban, ellos no.
La presión de Montalvo en terreno alicantino tuvo premio. Robó el cuero, se la cedió con calidad a Andy que puso un pase delicioso a Marc Fernández. Lo dejó solo. Solísimo. Tanto que casi se mete con el balón dentro de la portería. 23 minutos y los deberes encarados.
Andy estaba desatado sobre el césped. Con regularidad es un futbolista descomunal. Su capacidad para encontrar los resquicios y filtrar balones es espectacular. Pero le falta la continuidad que ha ofrecido en este tramo final. Si la hubiera mostrado desde el inicio de curso ni Raül Agné, ni Iñaki Alonso ni tampoco Dani Vidal hubieran desperdiciado su talento.
No era el único al que la tranquilidad le permitió sacar su mejor versión. Guillermo Fernández estuvo esplendoroso. Como pocas veces este curso. Si lejos del área se mostraba preciso, en el área era tan temible como siempre. Le llegó un centro de Marc Fernández y lo puso en la red. Un gol que cerraba una primera mitad extraordinaria.
El Alcoyano ni se presentó. Ni siquiera para empujar los goles que les regalaba Manu García con dos errores fruto de la relajación.
El segundo tiempo fue para el disfrute. Para que también Pochettino, Marc Álvarez y Boaz tuvieran su final. Y para que Querol debutara con el primer equipo. Un fiesta de fin de curso con Copa.
FICHA TÉCNICA
Nàstic. Manu G., Tirlea, Quintanilla, Trilles (Boaz, 55’), Joan Oriol, Marc F. (M. Pochettino, 55’), Montalvo, Gorostidi (Montes-Arce, 76’), Andy (Querol, 72‘), Pablo F. (Marc A., 55’) y Guillermo F.
Alcoyano. Stopajnik, Lobato (Pablo Carbonell, 61’), Álvaro, Fran Miranda, JA Soler, Agüero (Alcaina, 76’), Liberto, Koke Saiz (Armental, 61’), Lillo, Rubio y Akono (José Carlos, 61’).
Goles. 1-0, Pablo Fernández (2’); 1-0, Marc Fernández, (23’); 3-0, Guillermo Fernández (43’).
Árbitro. Imanol Irurtzun.
