La cantera del Nàstic representa uno de los grandes activos y en este 2024 ha vivido un año de contrastes en los que ha tenido una gran y una mala noticia.
El 2024 ha sido un año en el que el Juvenil A ha sido la nota positiva porque su progreso ha sido excelente. El equipo grana comenzó el 2024 peleando por el regreso a la División de Honor, la máxima división de juveniles, y lo consiguió tras una temporada sin fisuras en la que recuperó el sitio en el que debía estar. Alex Accensi fue el entrenador de aquel ascenso y para esta nueva temporada Xavi Vilagut fue elegido como su sucesor. La plantilla del Juvenil A del Nàstic ha sufrido cambios en este pasado verano, pero ha mantenido parte de su columna vertebral y eso se ha visto reflejado en una División de Honor que ni mucho menos se le ha quedado grande.
El Juvenil A del Nàstic ha conseguido volver a la máxima categoría de juveniles sin titubeos y presentando batalla en casi todos los partidos. Su desarrollo ha sido tal que ha sido capaz incluso de rascarle dos empates a los dos máximos favoritos para conquistar el campeonato liguero como son el Juvenil A del FC Barcelona y el del RCD Espanyol.
Los de Xavi Vilagut han cerrado el 2024 en una cómoda sexta plaza de la clasificación con 27 puntos en 16 jornadas. Unos registros descomunales para un equipo que no hay que olvidar que está viviendo su primer año en División de Honor después de descender y ascender en la temporada siguiente. Solo canteras tan poderosas como las del Barça, la del Espanyol, la del Mallorca, la de la Damm y la del Zaragoza han hecho una mejor primera mitad de la temporada que unos granas que incluso están por delante del Juvenil A del Girona que compite en la UEFA Youth League, la Champions de Juveniles.
Todas las buenas noticias que ha dejado en este 2024 el Juvenil A del Nàstic contrastan con el duro momento que vive la Pobla de Mafumet. El filial grana, que en su día llegó a militar en Segunda División B, navega por la Lliga Èlit tras descender el año pasado de Tercera RFEF.
Un proyecto que estaba diseñado para pelear por ascender a Segunda RFEF y que se encontró con un descenso que todavía no ha superado. Manel Cazorla es el entrenador que intenta devolver a la Pobla a una categoría nacional, pero de momento el objetivo está lejos. El filial grana se ha dado de bruces con una categoría como la Lliga Èlit en la que el nivel es muy alto y la juventud de la plantilla paga su inexperiencia.
En estos momentos la Pobla de Mafumet es cuarta por la cola y solo ha ganado cuatro partidos en 13 jornadas, así que su nuevo objetivo se centra en evitar un descenso a Primera Catalana que ya sería algo traumático para el filial grana.