El Nàstic consiguió sumar su segunda victoria consecutiva en la pretemporada en el penúltimo test antes del debut liguero ante el Ourense del 24 de agosto. Un solitario gol de Alex Torà fue suficiente para darle el triunfo a unos granas que apenas tuvieron a jugadores del primer equipo sobre el verde. Fue un encuentro con protagonismo para unos jóvenes jugadores de la Pobla que volvieron a demostrar muy a la altura.
Dani Vidal apostó por un once plagado de rotaciones. Una alineación que mezcló a teóricos suplentes del Nàstic con algunos de los jugadores que apuntan a liderar a la Pobla esta temporada en la Lliga Èlit. Del primer equipo destacó sobre todo la presencia de Borja Martínez, futbolista que está en la rampa de salida y al que Dani Vidal le dio la primera titularidad de toda la pretemporada justo el día en el que la entidad grana había anunciado a Álex López.
El conjunto grana fue un equipo que desde un primer momento mostró sus intenciones independientemente de que el once no tenía a ningún teórico titular. El equipo se fue a buscar arriba a un Atlètic Lleida que quiere ser un conjunto combinativo esta temporada. Lo cierto es que el Nàstic le incomodó, aunque el equipo ilerdense encontró en Sidibe una vía de escape constante. El extremo hizo de la banda izquierda un terreno para inclinar el ataque de su equipo y Oriol Subirats sufrió contra un jugador muy potente.
Precisamente fue Sidibe el que tuvo la primera gran ocasión de gol. Fue en una jugada en la que le pilló la espalda a Iván de la Peña y se plantó solo ante Salvà. Picó el cuero y sorteó al portero grana, pero cuando el balón ya rodaba dirección a la línea de gol apareció Oriol Subirats para despejar el cuero.
El Nàstic apenas generó ocasiones durante la primera mitad. Solo un disparo de Santi Guzmán había generado peligro cuando los granas se encontraron con un tanto a favor poco antes del descanso. Fue Alex Torà, delantero de Calafell que jugará con la Pobla tras llegar procedente del Juvenil del Mallorca, el que marcó el gol. Una jugada en la que estuvo listo para armar un disparo rápido y castigar la poca contundencia de la defensa rival.
En la segunda mitad, los cambios y el cansancio físico bajaron el ritmo del encuentro. El Nàstic pudo sentenciar mediante las ocasiones de Arnau Sans y Sergi Folch, pero el Atlètic Lleida se mantuvo con vida. Incluso los ilerdenses tuvieron aproximaciones para empatar, pero les faltó colmillo y Peir¡i, portero que entró en la segunda mitad, lo evitó.
