Después de cuatro temporadas en el Massi Tactic UCI Women’s Team, Mireia Benito (Llorenç del Penedès, 25 años) ha decidido salir, dar un paso al frente, salir de su zona de confort e ingresar en el AG Insurance belga. Un equipo que en dos años estará en el World Tour.
Primero de todo, ¿cómo está de su caída La Vuelta Challenge?
Voy haciendo. Puedo subir a la bici, pero con dolor. Tenía dudas de si La Vuelta Challenge iba a ser la última prueba de la temporada y la caída ha sido definitiva para cerrarla.
¿No era la manera como se quería despedir del Massi Tactic?
Totalmente. Las caídas nunca son bienvenidas. En este caso, pero aun porque el equipo quería seguir con la tónica de la temporada. Entrar en alguna fuga, algún reconocimiento en la combatividad... No pudo ser.
¿Tenía la sensación de que la etapa en el Massi Tactic se había acabado?
Tenía ganas de cambiar. Más que por final de etapa, por la voluntad de progresar. Notaba que era el momento de salir de la zona de confort. Por experiencias anteriores, cuando lo he hecho siempre he ido a mejor. La sensación era que necesitaba cambiar de gente, colores, infraestructuras... Pero tenía claro que si las condiciones no eran mucho mejor no iba a dejar el Massi. He rechazado ofertas durante estos cuatro años porque no me ofrecían ningún cambio relevante que valiera realmente la pena.
¿El AG Insurance sí le ha ofrecido ese cambio importante?
Es el equipo que estaba buscando. Dar el paso a un equipo superior me hacía sufrir, porque este tipo de cambios requiere un periodo de adaptación y no todos los equipos te lo permiten y ese salto se convierte en el principio del fin. Pero el AG Insurance tiene la intención de trabajar un bloque para poder hacer el World Tour en 2024. Con ciclistas de mucho nivel de las que puedo aprender muchísimo.
¿Qué cambios suponen entrar en una estructura profesional?
Para empezar el tema económico. Hasta ahora no podía vivir del ciclismo y ahora me podré dedicar al completo sin preocuparme de tener que buscar otros trabajos y alternativas para vivir. A nivel deportivo, como he dicho, buscaba salir de mi zona de confort. Países Bajos siempre ha sido una referencia base del ciclismo. Cuando he competido allí ha sido durísimo. Son carreras de mucha exigencia que te curten y me darán una buena experiencia.
Tan sencillo como vivir de tu profesión.
Sí. Cuando hice público el cambio quería también dar esperanzas a las jóvenes ciclistas que vienen. Decirles que el deporte femenino está mejorando y que existen oportunidades, aunque empieces tarde, el camino sea difícil y te formes en un equipo de casa, como es mi caso, se puede llegar. Ese es el mensaje.
¿Cuál es el objetivo de Mireia Benito?
No me lo he marcado. Todo es tan nuevo y el cambio es tan grande que necesito situarme. Todavía tengo que tener las ideas claras de lo que quiere de mí el equipo y formar mis propias expectativas. No puedo decir que ganaré el Tour de Flandes porque es surrealista. Queda muy lejos y no es mi función. Lo primero es compartir experiencias con ciclistas que son ídolos para mí, como Ashleigh Moolman, o personas dentro de la estructura que han conseguido mucho en el ciclismo para que me ayuden a encontrar qué es lo que mejor se me da y qué debería desarrollar más.
Ahora se le como una escaladora de Clásicas, ¿le gusta esa etiqueta?
Todavía no me cierro a un perfil establecido. Realmente las carreras en las que me puedo defender mejor son las Clásicas con subidas cortas. No soy una gran escaladora de puertos de una hora. Todavía tengo margen de mejora. Aunque sí que es verdad que la idea es correr Clásicas y formarme en ellas. Es una de las cosas que más disfruto.
¿Se instalará en Países Bajos?
No. Me iré a Bélgica durante los meses de Clásicas (de febrero a abril), el resto del año seguiré residiendo en Girona donde entrenaré con otras cinco compañeras que viven por la zona.
¿Tendrá tiempo de correr los Campeonatos de Catalunya?
No lo sé. En función de las fechas. Siempre me gusta correr en casa y en cuanto pueda hará alguna.