Con el paso de los años sus amigos de San Sebastián y Madrid, con quienes coincidía en la Vall d’Aran durante la temporada de esquí, empezaron a familiarizarse con un ‘no’ por respuesta cuando le sugerían una bajada en grupo en las pistas de Baqueira Beret. En las laderas de sus montañas habían establecido buenos vínculos desde pequeños, aprendiendo a descender a la par.
Todo cambio en cuanto Maria probó un buen día el fuera pistas. Quedó tan prendada de esta otra modalidad que traspasa los espacios habilitados por las estaciones invernales que a partir de los 12 años hubo un antes y un después.
También para sus padres, David y Maria, que la habían aficionado desde que tenía tres en sus escapadas de fin de semana a Betren, un encantador municipio del valle donde tienen fijada su segunda residencia y que se encuentra unido a Vielha. Con ambos primero y luego junto a los monitores del Club Esquí Vall d’Aran aprendió la técnica, pero en cuanto la dominó el freeride acabó por cautivarla. Hasta el punto que recibió una autorización especial para practicarlo dos años antes de lo que es habitual (se conceden a los 14).
La mejor española júnior
Maria se apellida Castellví Bono, este domingo cumple 18 años y un mes atrás fue la mejor española en el Mundial júnior de Freeride disputado en Kappl, en el Tirol austríaco. Allí esta esquiadora nacida en Mont-roig del Camp y ahora afincada en Cambrils mostró su potencial con un descenso arriesgado en el que solo una pequeña caída al recepcionar un salto, tras una salida demasiado rápida y de la que por fortuna pudo sobreponerse, la privó del triunfo. Finalmente fue quinta, después de que los jueces premiaran con muy buena nota la línea elegida. Era su primer Mundial.
«La caída me penalizó algunos puntos, pero estoy contenta con mi actuación porque seguí la línea de descenso que habíamos fijado con mi entrenador. Fui en todo momento por donde quería y no me perdí», explica la propia Maria.
Su convicción, atrevimiento y los riesgos que asume son algunas de las cualidades que la caracterizan y que la han llevado a despuntar en el circuito del Freeride World Tour junior, donde compiten las mejores promesas de esta especialidad.
La pasada temporada ganó las tres pruebas en las que tomó parte, una en Baqueira y otras dos en Ordino, en su primera campaña a nivel internacional. «Fui a las competiciones que me quedaban más cerca, aunque este año tengo previsto acudir también a alguna que se celebre en Francia para poder sumar más puntos», asegura la joven.
Al máximo nivel
Su objetivo es llegar al máximo nivel, aunque para ello deberá superar diversas etapas. La más inminente será el cambio a la categoría adulta (ésta es su última como júnior). En ella los practicantes pueden pasar ya la bota por encima de la cabeza durante sus descensos y saltos (algo que está prohibido en menores) y exhibir piruetas tan espectaculares como la que protagonizó Abel Moga en el reciente Mundial (una voltereta hacia adelante en pleno descenso) o las que materializaba en sus salvajes bajadas Aymar Navarro -retirado hace muy poco-.
Retos a los que no tiene miedo una Castellví totalmente enganchada al freeride. «Tienes toda la montaña para ti, no se te cruza nadie como en una pista; las bajadas y las montañas son siempre distintas; puedes saltar; no dependes de los telesillas porque subes a pie con tu mochila y bajas por donde quieres», justifica.
Añade que siempre le ha gustado correr riesgos al hablar de esta modalidad ‘salvaje’ en la que las caídas, la posibilidad de chocar con rocas o de sufrir una avalancha se hallan, por contra, al otro lado de la balanza.
Maria combina el deporte del esquí con los estudios de segundo de Bachillerato que cursa en la Escola Internacional del Camp. Está matriculada en la rama de Ciencias Sociales, ya que su idea es acabar estudiando Económicas (su padre es empresario). «Puedo competir gracias a la flexibilidad que me ofrecen en el centro. Miramos siempre mis pruebas y calendario con la tutora y la coordinadora para evitar que me coincidan exámenes en las fechas en las que estoy compitiendo», asegura.