Un partido de fútbol no es únicamente lo que sucede sobre el verde durante los 90 minutos más el descuento, sino que alrededor del mismo se forma un ecosistema que debe funcionar a la perfección para poder disfrutar de la fiesta del deporte rey con la máxima seguridad y tranquilidad.
No se escapan de esta máxima los partidos de Primera RFEF y, en el caso que ocupa a la provincia, el Nàstic de Tarragona, que disputa sus encuentros en la tercera categoría del fútbol a nivel español. Cada dos semanas, el Nou Estadi se convierte en un templo para la afición grana, un lugar donde disfrutar del balompié acompañado de familiares, amigos o cualquier persona que no se quiera perder un buen entretenimiento.
Mientras que el espectáculo futbolístico puede generar las inquietudes y los tópicos de siempre –«se ha jugado bien», «los jugadores han chutado poco a portería», «este delantero es muy malo», «el portero no para ni una»...–, lo que no puede traer debate es la seguridad durante el mismo partido, sus prolegómenos y el post-duelo.
Para todo ello, los Mossos d’Esquadra se encargan de velar por la seguridad de todo lo que acontece tanto dentro del Nou Estadi como en sus inmediaciones, en este caso antes y después de los duelos, ya que durante los mismos no queda un alma fuera del campo.
No está sola la policía autonómica, ya que Protecció Civil de la Generalitat de Catalunya y voluntarios que pone a disposición el propio Nàstic también se cuidan de asegurar que los incidentes se reduzcan a cero. Todo ello, coordinado por la mente pensante de todo lo que sucede durante los partidos: el responsable de seguridad del club grana, Jordi Ruiz.
«Todos los actores nos reunimos cada semana, ya sea de forma presencial o telemáticamente», detalla al Diari el coordinador de seguridad de los Mossos d’Esquadra, el sargento Xavier Barea. «En estos encuentros, el alma mater de todo es Jordi Ruiz, ya que, sin él, sería mucho más complicada nuestra tarea», continúa explicando Barea. Estas reuniones son bastante mecánicas y basan su contenido en factores comunes a lo largo de las semanas.
«Comentamos si el equipo rival desplaza mucha afición, si algunos de estos aficionados están considerados como radicales, si montan un desplazamiento masivo a cargo del club... Esta información es básica para nosotros y, aparte de con Jordi Ruiz, también estamos en permanente contacto con el responsable de seguridad del equipo visitante, que puede ser Guardia Civil, Policía Nacional o Ertzaintza. Ellos nos facilitan toda esta información, con lo que, al llegar a Tarragona, conocemos perfectamente con qué nos vamos a encontrar», continúa detallando el coordinador de seguridad de Mossos d’Esquadra.
Las dos aficiones
Barea destaca que «en los últimos años no ha habido incidentes remarcables en el Nou Estadi, esta afición acostumbra a portarse muy bien durante los partidos», aunque su tarea se centra también en los que van a animar al cuadro visitante. En este sentido, el procedimiento es el siguiente: «Dependiendo del tipo de afición que venga, de si llega a Tarragona mucha o poca gente y de si el tipo de aficionado es más escandaloso o menos, nos presentamos al partido con un número de equipos de Mossos u otro», continúa.
Así, «puede que nos presentemos con dos o tres equipos» y, también dependiendo de la tipología de partido, harán acto de presencia agentes ARRO (Áreas Regionales de Recursos Operativos), que se encargan de proporcionar efectivos policiales en casos puntuales, como puede ser un evento deportivo con cierto riesgo. Cacheos para evitar la entrada de bengalas o de alcohol son algunas de las acciones que se realizan en un campo en el cual, según Barea, «nunca hemos tenido problemas remarcables».
Por su parte, Jordi Ruiz destaca que «la ventaja que tenemos es que toda la infraestructura montada para los partidos es la que se implantó cuando el equipo militaba en Liga de Fútbol Profesional».
De este modo, «en los partidos de casa, realizamos nuestras reuniones con los Mossos y la Guardia Urbana y comentamos el plan de seguridad según el seguimiento que hemos hecho a lo largo de la semana». «En los partidos de fuera, me pongo en contacto con mi homólogo y planificamos también la seguridad prevista», finaliza.
En muchas ocasiones, dicho homólogo no existe, ya que en este tipo de categorías muchos clubes carecen de responsables de seguridad durante los partidos.
Son los que habitualmente trabajan en el Nou Estadi para velar por la seguridad durante un día de partido.