El Nàstic afronta mañana la vuelta de las semifinales frente al Ceuta en el Nou Estadi Costa Daurada. El empate tras el tiempo reglamentario y la prórroga les vale a los de Dani Vidal que buscarán un billete para la final por el ascenso a Segunda División con un feudo a rebosar y que se dejará la garganta para arropar a los suyos.
El optimismo se respira entre una afición grana que respeta al Ceuta, pero que cree con fuerza en los suyos. Esta es la consecuencia de haber disfrutado toda la temporada de un equipo que siempre le ha identificado sobre el verde.
El Nàstic habrá jugado mejor o peor, pero siempre se ha dejado el alma sobre el terreno de juego. El seguidor tarraconense solo pide eso. Luego entiende que hay ocasiones en las que no se puede ganar porque el fútbol es un deporte repleto de detalles que a veces decanta la balanza a favor del contrario.
¿A qué cuatro pilares se agarra el Nou Estadi Costa Daurada para confiar con tanta fuerza en que los suyos no van a fallar en el que hasta ahora es el partido más importante de la temporada?
El Nou Estadi, un fortín
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el Nàstic en casa es un equipo imponente. El rival comparece sabiendo que allí para salir victorioso va a tener que cuajar un partido excelente y a veces ni así le va a servir. El conjunto grana ha conseguido 41 puntos en toda la liga regular. Unos números que nadie ha podido igualar en su grupo. Ni siquiera el Dépor en Riazor (40 puntos), ni la Cultural Leonesa en el Reino de León (39 puntos).
El conjunto de Dani Vidal ha sido un equipo que solo ha perdido dos encuentros como local (Unionistas y Teruel) y que ha sumado 25 goles a favor y solo 10 en contra en 18 partidos. En otras palabras, al Nàstic le sirven 16 de los 18 resultados cosechados a lo largo de la temporada en casa para sacar billete a la final.
Si a eso le sumamos que el feudo grana va a presentar la mejor entrada de la temporada y va a ser un auténtico infierno, hay argumentos sólidos para pensar que el Nou Estadi va a ser un juez que dicte sentencia a favor de los locales.
Defensa demoledora
El Nàstic sabe que para conquistar la eliminatoria debe intentar mantener la portería a cero. Eso es algo que no consiguió en el Alfonso Murube porque Rodri Ríos fue el delantero letal que acostumbra a ser. No obstante, no es fácil que el delantero pueda repetir una actuación así porque una defensa como la del Nàstic no falla en dos partidos seguidos. Lo dicen los números que avalan a un equipo que ha encajado 24 goles en 38 jornadas, siendo el equipo menos goleado de la categoría y logrando que Varo sea el Zamora. El Nàstic se arropa en su defensa, sabe que en el cero de su casillero, está la gloria.
Un ataque mejorado
El Nàstic es un equipo que durante la temporada ha atravesado baches de falta de gol. Un equipo que siempre ha defendido bien, pero que en algunos tramos ha pecado de falta de colmillo. Sin embargo, en el tramo final de la temporada este es un problema que parece olvidado. El conjunto grana ahora tiene más gol y los dos tantos conseguidos en el Murube son buena prueba de ello.
Jugadores en forma
Lógicamente la mejoría en ataque y el buen momento grana de forma está motivado porque hay jugadores que están en estado de gracia, pero sobre todo destaca la figura de Alan Godoy que ha llegado con fuerza a este esprint final de temporada y que con su chilena ante el Ceuta dejó claro que está tocado por una varita. Sin embargo, no hay que olvidar a otros jugadores como Varo, Pol Domingo, Trigueros, Óscar Sanz y Jaume Jardí que también llegan al momento de la verdad en su mejor versión.
Estos son cuatro de los pilares que hacen al Nàstic estar confiado e ilusionado de cara a la vuelta ante el Ceuta, pero podrían ser más. Sobran razones para soñar con fuerza.