Vicente Moreno ha hecho del Nàstic un animal competitivo. Un equipo exigente en la victoria y en la derrota que, como explicó ayer el técnico granate, «lo pasa mal siempre, si perdemos, si empatamos o si ganamos pero hay cosas que no acaban de gustarnos». En esa naturaleza rigurosa está la clave de su éxito.
De los 106 partidos de liga dirigiendo al Nàstic, Vicente Moreno únicamente ha perdido por dos o más goles de diferencia en nueve ocasiones. Esta temporada es el segundo equipo que menos derrotas acumula, siete, sólo superado por el Leganés, que ha perdido seis choques. Datos que revelan el carácter rebelde del cuadro tarraconense. Es difícil tumbarlos.
En las dos listas –la de equipos que han ganado al Nàstic por dos goles de diferencia y que este año le hayan superado– figura el Real Oviedo, rival mañana en el Nou Estadi. Los ovetenses son algo así como la bestia negra de Moreno. El año pasado, los asturianos se llevaron el título de campeón absoluto de Segunda B después de perder en Tarragona por 2-1 y ganar en el Carlos Tartiere por 3-0. Esta temporada, con ambos en Segunda división, el duelo en la capital del Principado volvió a caer del lado azulado. El 2-0 no reflejó el partido que se vio en el césped, donde el Nàstic fue muy superior, pero supuso una derrota dura. El técnico granate no guarda ningún ánimo de revancha, porque «no es bueno», pero sí entiende que de ganar «contra un equipo importante y un rival directo, sería una victoria de prestigio».
El 2-0 de la primera vuelta complica la posibilidad de recuperar el ‘goal average’. Moreno sabe que «al final ese aspecto puede ser definitivo, pero lo que me preocupa es ganar el partido».
El entrenador de Massanassa tampoco quiere sobrevalorar el duelo:. «Es un encuentro importante como todos, pero no podemos hablar de final anímica ni nada por el estilo porque no será definitivo».
Con respecto al partido en el Carlos Tartiere habrá un cambio importante. En el banquillo del Oviedo estará Generelo en lugar del argentino Sergio Egea. Un relevo que conllevará «algunas diferencia en la estructura de la presión, jugadores, etc», señaló el técnico granate sin dar demasiados detalles más. Los guarda para sus hombres.
Lo que no cambiará es el equipo. «Es una plantilla con buenos jugadores de ahí su gran temporada», apuntó Moreno. Un año que se asemeja mucho al del Nàstic. «Tenemos los mismos condicionantes, un conjunto recién ascendido, y que está haciendo una temporada regular con buenas rachas, igual que nosotros», explicó el preparador valenciano del Nàstic. Los dos equipos poseen un fútbol vistoso, «siempre miran a la portería rival» y con estadísticas goleadoras interesantes. En resumen, un partido «atractivo a priori. Si fuera aficionado vendría porque reúne todas las condiciones para ser un gran partido», aseguró el técnico granate que espera «la gente nos ayude para poder ganar y mantenernos en la tercera plaza». «Ojalá superemos la cifra del partido frente al Córdoba, pero sino que mantengamos la calidad de los que vienen», dijo Moreno.
El equipo ha dejado atrás la derrota en Huesca. «Alguna vez tenía que llegar», dijo el técnico que añadió «incluso teniendo voluntad a veces no tienes el día».
En El Alcoraz el conjunto grana volvió a encajar un tanto en los minutos iniciales. Un aspecto a mejorar ya que «recibir un gol pronto determina las circunstancias posteriores del partido, daños colaterales que se llaman», apuntó Moreno.
El técnico del Nàstic tiene la baja segura de Bouzón, sancionado, y las dudas de Pablo Marí y Aburjania. Del primero, el entrenador granate explicó que «no ha entrenado en toda la semana pero todavía quedan 24 horas». Respecto al centrocampista georgiano, Vicente Moreno espera que pueda participar en el entrenamiento de esta mañana, después de arrastrar problemas en el tobillo desde el miércoles.
Pese a las dudas, tiene claro el once que saldrá al terreno de juego para afrontar un choque apasionante entre el tercero y el cuarto de la competición. Un duelo que traerá malos momentos, pero como dijo Moreno, «si llega el triunfo, esos malos ratos, merecerán la pena».
