El Nàstic mantuvo el año pasado un idilio con el Estadio Municipal de Las Gaunas. Cantó ‘Gol en Las Gaunas’ hasta en cinco ocasiones en sus tres visitas. Todas saldadas con victorias. Una relación perfecta que los granas quieren seguir manteniendo este curso.
La última visita al estadio riojano antes del 2022, databa de la temporada 1991/92. Los granas se midieron en Copa del Rey al desaparecido CD Logroñés. En la ida, disputada en el Nou Estadi, los dos equipos firmaron el empate sin goles. Las Gaunas decidió la eliminatoria del lado de los locales con 2-1, con tantos de Polster y García Pitarch para los riojanos y de Oribe para los granas.
Once años después, el Gimnàstic regresaba para medirse a la SD Logroñés, uno de los clubes fundados tras la desaparición de la CDL con la aspiración de asumir su legado. Una disputa que aún mantienen con la UD Logroñés, en Segunda RFEF, tras su desceso el curso anterior.
El primer paso por el verde de Logroño se solventó con un 1-2. Montalvo y Josema anotaron para los tarraconense y Diego Esteban para los locales. Con la victoria y la que había logrado siete días antes ante el Numancia en el Nou Estadi, Raül Agné daba carpetazo al ultimátum que la directiva le había puesto encima de la mesa. El famoso ‘6 de 6’. Una fórmula asidua en Can Nàstic.
La segunda visita fue en la primera ronda de la Copa del Rey. El rival, Racing Rioja, pidió trasladar la eliminatoria a Las Gaunas. El conjunto grana resolvió la encrucijada que supone el primer partido del torneo con un triunfo por 0-2. Marcaron Lupu y Èric Montes.
La última visita también resultó delicada. El Nàstic, ya con Dani Vidal, sumó una victoria imprescindible para alejarse de la zona de descenso que amenazaba. Un gol de Guillermo Fernández fue suficiente para sentenciar a la UD Logroñés al descenso.
La vuelta a Las Gaunas es la más plácida de las anteriores. Después de la victoria frente al Tarazona, ‘in extremis’ y salvando un ultimátum, el Gimnàstic se sitúa a un solo punto del play-off. Zona que podría pisar para acabar el año 2023.
Para ello, deberá hacer los deberes pendientes fuera de casa desde el batacazo de Salamanca, recuperar la identidad y mostrar los rasgos que le posicionaron en el primer puesto del grupo al principio del curso.
Pocos o ningún cambio se avecina por parte de Dani Vidal. Mantiene la confianza intacta con sus hombres y el vestuario en su técnico. La línea defensiva seguirá con Nacho y Trigueros como centrales, con Tirlea y Joan Oriol. Borja y Montalvo harán de cerebros, con Concha y un Jardí ‘on fire’ tras sumar dos goles y dos asistencias en sus últimos tres partidos. La dupla Andy-Pablo Fernández se mantienen como los futbolistas franquicia de la ofensiva tarraconense.
Con las bajas de Gorka Santamaría, desaparecido desde hace varias semanas por unas molestias físicas sin especificar por parte del club, Pol Domingo con fractura de cúbito y con la baja de larga duración de Marc Álvarez solo tiene la duda de Iker Recio y Mario Rodríguez, autor del gol decisivo ante el Tarazona en el tiempo de descuento, que arrastra un proceso gripal desde principios de semana. El técnico espera poder contar con el extremo barcelonés, aunque solo sea en la segunda mitad.
El SD Logroñés respira aliviado después de ganar en Teruel la pasada semana. Tres puntos que le han alejado de un descenso con el que lleva coqueteando varias jornadas. Tanto es así que ha tenido ya tres entrenadores.
Empezó el curso el entrenador tortosino Jordi Fabregat. En la séptima jornada, tras sumar 9 de 21 puntos posibles fue cesado. Eran décimos, pero la directiva riojana pedía más. Juanmanuel Barroso pasó como interino hasta la llegada, hace ocho partidos de Andrés García ‘Karpin’. No ha mejorado los números del ebrense y el equipo sigue más próximo al descenso que al play-off. Por lo que la situación del entrenador es delicada.
El colegiado Gorka Etayo Herrera será el encargado de dirigir el encuentro. Será la segunda vez que arbitre un partido del Nàstic.