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La reválida de Andy Escudero en el Nàstic

Tras un primer año irregular pero con un buen final, el alicantino quiere ser diferencial en su segunda temporada

01 julio 2023 07:00 | Actualizado a 01 julio 2023 07:00
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El primer año de Andy Escudero siempre se recordará en Tarragona como lo que pudo ser, pero no fue. El extremo alicantino vivió un año irregular en el que terminó de sacar a relucir todo ese talento que se intuía en sus botas. Solo se acercó a su mejor versión en un tramo final de temporada en el que sí que fue ese proyecto de jugador que se había fichado en el verano de la 2022-2023.

Hay que recordar que Escudero fue la gran apuesta del Nàstic en aquella ventana estival. No fue un fichaje más simplemente porque hubo un traspaso por el medio. La entidad grana no suele apostar por las transacciones a la hora de fichar jugadores, por lo que la declaración de intenciones fue firme. Se apostó por él y se llegó a un acuerdo con el Alcoyano que no pudo hacer nada ante el deseo del jugador y la oportunidad económica que representaba para sus arcas.

¿Qué llevó al Nàstic a pagar un traspaso?

Pues fue nada más y nada menos que su temporada en el Alcoyano. A sus 22 años fue uno de los líderes del equipo del Collao. Un zurdo que desde la mediapunta o la banda diestra no paró de generar ventajas en campo rival. Se asociaba, era dinámico y sobre todo era determinante en el último pase. Fue uno de los máximos asistentes de la categoría. Se fichaba por lo tanto a un futbolista de presente, pero sobre todo de mucho futuro. Una inversión en toda regla.

El alicantino fue un futbolista que contó con la confianza de primeras de Raül Agné que le situó de titular en la primera jornada. Sin embargo, su rendimiento fue decepcionante.

Dani Vidal fue el técnico que más confianza le dio el año pasado de los tres técnicos que tuvo

Tanto que cayó del once inicial en las dos siguientes fechas para reaparecer de nuevo de inicio ante el Calahorra en la cuarta jornada.

A partir de allí comenzó un martirio futbolístico en el que no encontró nunca la confianza en su juego que había mostrado en el Collao. No se le veía suelto ni con esa capacidad para marcar diferencias que había demostrado en otros contextos.

En medio de la oscuridad hubo un partido en el que sacó la varita para dejar claro que en sus botas seguía habiendo talento. Repartió dos asistencias en la victoria en Irún que invitaban a pensar que la mejor de Escudero ya había aterrizado en Tarragona. No fue así porque aquel partido terminaría quedando en anécdota.

Confianza de Vidal

Su adaptación fue dura. Tanto, que incluso tuvo ofertas para salir en el mercado de invierno. El Nàstic no estuvo por la labor porque confiaba en sacar su máximo potencia en la segunda vuelta. Ni con Agné, ni con Iñaki Alonso apareció. Tuvo que llegar Dani Vidal al banquillo para que se pudiese ver al mejor Escudero. Concretamente fue a partir de la 33ª fecha. Escudero regresó tras ocho jornadas en el dique seco, siendo el último futbolista en debutar con Dani Vidal. En tierras baleares entró en la segunda mitad y proclamó que estaba listo para el rush final.

Desde la derecha, Escudero emergió para hacerse con ella en las últimas cuatro fechas de campeonato. Cuatro partidos en los que destacó por encima del resto en muchas fases de los encuentros. Fue ese futbolista asociativo, dinámico y talentoso por el que el Nàstic había desembolsado dinero. El último partido ante el Alcoyano fue la prueba definitiva de que la historia de Escudero en Tarragona no había llegado a su fin. Se marchó ovacionado por una afición que le había pitado en alguna ocasión durante la temporada. Los aplausos tenían un claro mensaje: «Quédate, el año que viene es el tuyo».

La pretemporada ya ha comenzado y Escudero luce el ‘10’. No es oficial que sea su dorsal, pero lo será. Es toda una declaración de intenciones. Quiere guerra y la quiere dar desde un número simbólico a la vez que carismático.

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