Las pretemporadas son el escenario idílico para que los canteranos den ese paso al frente que a veces se intuye, pero no siempre se da. Dani Vidal es un entrenador al que no le tiembla la mano a la hora de incorporar a jugadores de la cantera a la dinámica del primer equipo. Considera que ese ecosistema es ideal para su proyección. El técnico tarraconense ha pasado casi toda su trayectoria en los banquillos en las categorías inferiores y por eso cumple con la lógica de no darle la espalda a ellas.
En esta preparación estival, el Nàstic ha vuelto a ser un equipo que ha apostado por el ascenso, de manera momentánea, de varias de las perlas de La Budallera. Dani Vidal los ha tratado como uno más durante las semanas de preparación del campeonato liguero. La buena noticia es que otra vez se ha vuelto a demostrar que la cantera existe y que tiene el talento suficiente como para pedirse el futuro.
Son varios los jóvenes que han demostrado que la zamarra del Nàstic no les pesa. Activos para tener en cuenta en un futuro y que incluso ya están listos para echar una mano si fuese necesario. Eso sí, hay que ir con calma y sin acelerar los procesos. La fórmula que se siguió con Pol Domingo o Marc Montalvo es la ideal, pero hay otra que también es interesante como es la que siguieron Óscar Sanz o sigue ahora mismo Marc Álvarez y en la que las cesiones andan de por medio. Ahora toca decidir qué hacer con varios canteranos que han exhibido facultades.
Arnau Sans (Mediocentro)
Arnau Sans ha sido una de las grandes noticias de la pretemporada. El centrocampista creció y brilló la pasada temporada en la Pobla a las órdenes de Adolfo Baines y que este verano en la pretemporada con el primer equipo ha demostrado estar al nivel de los mayores.
El centrocampista, que regresó a la cantera grana tras un breve paso por la del Espanyol, ha dejado muy buenos minutos a las órdenes de Dani Vidal. Un mediocentro al que le gusta acudir a la base para dirigir al equipo con su capacidad para pasar y encontrar siempre el espacio en el que recibir y darle fluidez al juego. Además, ha demostrado tener último pase y capacidad para probar fortuna desde larga distancia. En el club están encantados con su progreso.
Santi Guzmán (Extremo)
Otro canterano que ha demostrado tener rasgos diferentes a lo común en su juego. El año pasado ya entrenó con el primer equipo en verano, pero ha sido este año cuando ha demostrado estar listo. Un jugador eléctrico, con capacidad para jugar en ambas bandas y con mucho descaro con el cuero en sus pies. Incluso marcó un tanto ante el Terrassa.
El año pasado anotó cinco goles con la Pobla de Mafumet, siendo uno de los hombres más determinantes en ataque. Un futbolista que podría tener un camino similar al que tuvo Marc Álvarez en el primer equipo antes de marcharse cedido al Tarazona.
Monnie (Central)
Una fuerza de la naturaleza. Monnie es un defensa central con unas condiciones físicas de primer nivel. Una genética privilegiada que le hace ser un zaguero que resulta vencedor en los cuerpeos y en el físico y que con el balón mejora cada año que pasa. Debutó hace dos años en la Pobla y el año pasado acumuló 21 titularidades. Sin el futuro de Iván de la Peña, nada claro, Monnie tiene muchos números de ser el cuarto central del equipo la próxima campaña.
Salvà (Portero)
Ha llegado este verano procedente del Castellón B para desempeñar el rol de portero en la Pobla y tercer guardameta en el Nàstic.
El guardameta entrenará siempre con el primer equipo, aunque los minutos sobre el verde los tendrá con la Pobla. De momento, Oli, entrenador de porteros, está encantando con su actitud y sus condiciones. Un fichaje de presente y futuro.
l Oriol Subirats es un caso diferente al resto de los jugadores de la Pobla. El canterano todavía no ha debutado con el filial, ya que este año tiene edad juvenil. El año pasado fue clave en el ascenso del Juvenil A y este año apunta a ser una de sus estrellas, aunque no se descarta que ayude a la Pobla.
