La nueva Pobla de Adolfo Baines echó ayer a rodar en el primer partido de liga. Fue frente a un Peralada que presentó resistencia y resistió el acoso y derribo de unos granas que tuvieron cerca la victoria en los últimos minutos de partido. No obstante, el gol no llegó y ambos conjuntos se tuvieron que conformar con un empate. Buen inicio de un filial grana que presentó un once inicial repleto de juventud en el que destacaron los debuts como titular de Óscar Romero y Marc Montalvo, primer año de sénior.
En los primeros 10 minutos, el filial grana amenazó con dos ocasiones la meta gerundense. La segunda fue la más clara con una jugada individual de Valverde, pero que no pudo colocar su disparo potente entre los tres palos.
Aquellas dos primeras dos ocasiones no logró materializarlas una Pobla que observó como el Peralada se levantaba y amenazaba el arco grana. Marc Medina y Josu Prieto ponían en apuros al filial del Nàstic hasta en dos ocasiones, pero finalmente se llegaba con empate a cero en el marcador.
En la segunda mitad, la Pobla salió otra vez mejor, al igual que en la primera mitad. Otra vez Víctor Valverde tendría una ocasión clarísima, pero el portero del Peralada lograba evitar el tanto grana.
La Pobla mandó y se encontró todavía más con el cuero que en la primera mitad. Por momentos fue un acoso y derribo absoluto. En el minuto 75 tendría una de las ocasiones más claras el filial grana con un cuero que ya se colaba en la meta rival, pero que Eloi Zamorano sacaba bajo palos cuando ya el balón había superado al meta David Aroca. Respondió el Peralada con una jugada individual de Ritxi Mercader que la finalizaba con un disparo que pasaba cerca de la escuadra.
Todavía tendría la Pobla otra ocasión firme con un remate de Querol que se estrellaba en el larguero para alivio de los locales. Aquel susto fue en el 80’ y ahí murió el encuentro con un botín agridulce, sobre todo para una Pobla que gozó de las ocasiones más claras.