La organización de la fase previa Minicopa Endesa ACB era un examen de altura para Tarragona. Una oportunidad de demostrar su capacidad para acoger eventos de calibre. La nota bordó el excelente.
La ACB, organizadora de esta prestigiosa competición de baloncesto de base, se marchó encantada con el resultado de su apuesta por Tarragona.
No es fácil que una institución que cuenta con la posibilidad de acudir a cualquier ciudad de España decida elegir un destino sin equipo en ninguna de las primeras categorías de baloncesto. Los esfuerzos de todas las partes del territorio implicadas (Diputación y Ayuntamiento de Tarragona) con el concejal de Deportes de Tarragona y exjugador profesional, Berni Álvarez, como impulsor y garantía fueron sus frutos. La ACB aceptó el reto. El resultado no podía haber sido mejor.
Tanto es así, que ya se está hablando de volver la próxima temporada. Una posibilidad que se preveía en los acuerdos iniciales para la edición de esta Minicopa Endesa, pero que se dejó abierta a la espera de cómo se desarrollaba el evento.
Los números iniciales que dejó la competición a nivel de impacto social, fueron descomunales. Tanto el seguimiento de los partidos por streaming, como las interacciones por las redes sociales de la competición superaron ampliamente las de la edición anterior, en Valencia. A falta de conocer los números exactos de ese impacto, también a nivel económico para la ciudad de Tarragona, que dejó la Minicopa, quedó claro que fue todo un éxito.
Con la satisfacción de los equipos y la asociación de baloncesto profesional, la posibilidad de que la fase previa del 2024 regrese al Palau d’Esports es más que una realidad.
El ambiente en los dos pabellones, tanto el de la Anella Mediterránea como el Poliesportiu Campclar, fue vibrante. Con una importante presencia de espectadores durante los tres días que duró la competición. La demarcación se volcó con el baloncesto y mostró su lado más hospitalario con todos los equipos, jugadores, familiares y resto de protagonistas que formaron parte de la Minicopa Endesa.
Tres competiciones de nivel
Desde el 2022, el Palau d’Esports Catalunya de Tarragona se ha ido prodigando en el circuito de baloncesto como un escenario perfecto para la organización de competiciones. En septiembre del 2022, el pabellón tarraconense, gestionado por el Ayuntamiento de Tarragona desde ese mismo año, fue la sede de la 43ª edición de la Lliga Catalana ACB de baloncesto. La competición, de primer nivel, contó con la participación de Bàsquet Manresa, Joventut Badalona, Bàsquet Girona y Barça, que acabó imponiéndose en la final a la Penya (82-92).
Este 2023 ha sido aún más prolífico con la organización del Campeonato de España Mini 2023, compartido con el Pabellón Ponent y el Centre de Salou. La Selección de Valencia, en masculino, y la de Madrid, en categoría femenina, fueron los ganadores.
El 2023 finalizó con la fase previa de la Minicopa Endesa que repartió seis billetes para la fase final: Valencia, Zaragoza, Barça, Girona, Joventut y Manresa. Como afirmó el presidente de la ACB, Antonio Martín, en una entrevista al Diari: «No será la última visita de la ACB a Tarragona». La próxima podría ser este 2024.
