El Salou FS dejó claro desde su descenso la temporada pasada a Tercera División que era el momento oportuno para cambiar las cosas. Tocaba revolución y virar el rumbo del equipo amarillo. La primera piedra se puso en el banquillo con la llegada de un técnico de la base al primer equipo como era Manel Hidalgo.
El mensaje era claro: tocaba apostar firmemente por la cantera para confeccionar una nueva plantilla que ilusionase de cara al presente, pero sobre todo sentase las bases para un futuro soñador. «En agosto nos encontramos con solo cinco jugadores de la temporada pasada y Toni que estaba lesionado de larga duración. Los chicos del filial que subieron y los del juvenil que han subido han dado la talla y eso da tranquilidad a la hora de trabajar», asegura Manel Hidalgo, técnico del Saou FS.
Unos meses después se puede decir sin tapujos que este deseo se ha cumplido. La renovación ha sido completada y el relevo está asegurado. Nueve jugadores, seis de ellos juveniles, han debutado este curso con el primer equipo amarillo, por lo que la remodelación del plantel ha sido más que firme. Apuesta clara por el hoy y por el mañana. «Es lo que decidimos desde un principio con la directiva. El proyecto tenía que basarse en la base del club y en los jugadores del primer equipo que habían pasado por la cantera. Cuando hemos tenido alguna baja o un hueco en la convocatoria no hemos tenido dudas y hemos llamado a los juveniles que mejor estaban y los hemos hecho debutar. Todos han cumplido más que de sobras con las expectativas», asegura el míster salouense.
Seis firmes promesas
Eric Moreno, Marc Fornós, Aarón Lozano, David Lozano, Guillem Panadés, Adrián Rubio, Alberto Algar y Xavi Brull son los juveniles que ya acumulan minutos y responsabilidad en el primer equipo. Lo hacen con naturalidad fruto de que su presencia en los entrenamientos del primer equipo es habitual. Manel Hidalgo les ha dado el ecosistema perfecto para crecer y mostrarse y vaya si lo están aprovechando: «Siempre he dicho desde que estaba en la escuela del Salou que estaba sorprendido de la gran cantidad de chicos que tenían calidad para llegar al primer equipo y que luego siempre se intentaba fichar fuera. Cuando el club me comentó la posibilidad de ser entrenador del primer equipo, se me dijo que era el momento de apostar por la cantera. Hay muy buenos jugadores en el Salou, pero hay que darles la oportunidad».
Dani Llop es la excepción. El futbolista valenciano de 32 años comenzó entrenando con el equipo por motivos laborales durante los primeros meses de temporada hasta que tuvo claro que quería formar parte de la plantilla. Un añadido de lujo para un equipo que pelea firmemente contra el Penya Esplugues por el ascenso a Segunda B y que ya está en los octavos de final de la Copa Catalunya en el que tendrá como rival precisamente a su rival por el ascenso.
David Lozano, juvenil que juega ya junto a su gemelo Aarón ya en el primer equipo, es uno de los ejemplos de esta reconstitución que está llevando a cabo el Salou FS: «El año pasado estuve entrenando, pero no tuve ningún minuto. Este año lo he tenido más fácil desde el primer día he sentido la confianza».
Otro ejemplo es el del portero juvenil, Alberto Algar, que debutó a lo grande en los dieciseisavos Copa Catalunya parando un penalti: «Son momentos del partido en los que no te esperas salir, pero cuando te dan la oportunidad se puede aprovechar muy bien. Fue un debut soñado y es gracias a la ayuda que recibo en los entrenos. Nos dan pequeños detalles que nos ayudan mucho a crecer. Estamos subiendo poco a poco y demostrando el buen trabajo que se hace en la base».
