La cantera del Nàstic es un tesoro que año tras año saca diamantes. Quizás no tantos como el aficionado querría, pero lo cierto es que temporada tras temporada hay una irrupción que como mínimo presenta signos evidentes de ilusión para todos. Futbolistas que irrumpen con fuerza en el primer equipo y que terminan haciéndose un sitio. El último caso es el de Pol Domingo, pero parece que esta temporada hay una serie de mirlos que quieren sacarle de la cola del tren.
El partido ante el Zaragoza fue la primera prueba de la pretemporada y un escenario para el destape de una serie de canteranos que quieren aprovechar con todos los minutos que tengan sobre el verde durante este estío. Jóvenes valores que siempre han tenido talento, pero que al menos durante el conjunto maño demostraron tener una personalidad arrolladora. De lo primero hay, de lo segundo no tanto. Por ello siempre son muchos los canteranos los que se quedan por el camino y pocos los que se instalan en la élite.
Hubo tres mirlos que encandilaron al Nou Estadi por su frescura, su talento y su convicción. Marc Álvarez, Dani Parra y Marc Montalvo. Uno en mayor medida que los otros, pero lo cierto es que Agné vislumbró sobre el terreno de juego a tres piezas que de seguir así van a tener con muchos minutos. Han llegado, pero ahora les toca mantenerse y eso es lo verdaderamente complicado. Sin embargo, hay motivos para el optimismo.
Marc Álvarez es un proyecto de extremo que ya lleva muchos años haciendo ruido en las categorías inferiores. Uno de esos jugadores diferentes que aportan descaro y desborde sobre la banda. Un talento especial que el año pasado enseñó las garras en la Pobla y eso le sirvió para entrenar con el primer equipo e incluso ir convocado en alguna ocasión. Este verano renovó con la Pobla, pero sabiendo que iba a tener la pretemporada con el primer equipo.
Ante el Zaragoza demostró estar a la altura de las expectativas porque su estreno en el Nou Estadi fue deslumbrante. Una asistencia y un golazo fueron sus primeras dos rubricas. Dos chispazos que encendieron el fuego en un aficionado grana que ya le mete entre las quinielas para estar de manera definitiva en el primer equipo. Hay que ir paso a paso, pero si sigue así tendrá su sitio.
Muy convincente fue también la actuación de Dani parra en la segunda mitad. El Nàstic le ha elegido como segundo portero por delante de Cheikh Sarr y dio signos evidentes de la elección. Es cierto que encajó tres goles, pero es que salvó dos o tres más y paró dos penaltis en la tanda decisiva. Se le vio suelto y mandón desde la portería y crecer a la sombra de Manu García es una bendición para él. En el Nàstic se le contempla como un portero de presente, pero sobre todo de futuro y se cree que ahora mismo vive en un contexto ideal para su crecimiento constante.
El caso de Marc Montalvo es distinto porque su rendimiento ya no sorprende. Raül Agné es un devoto de su juego y el año pasado ya disfrutaba de su crecimiento en los entrenamientos con el primer equipo. No lo sabía, pero el futbolista de Riudoms estaba sacando billete para el Nàstic.
Este año el club grana hizo oficial que tenía un sitio en el primer equipo. Aquello no era un anuncio para el postureo. Se cree en él de verdad. No va a ser un jugador residual si trabaja y sigue progresando. El técnico de Mequinenza le tiene muy en cuenta en sus planes y se cree que es un mediocentro creativo que este año puede tirar la puerta de golpe en el ideario que está creando. Ante el Zaragoza se le vieron esas virtudes que tanto gustan. Asociativo, con personalidad y bien colocado. Con la lesión de Del Campo, que estará unas dos semanas de baja, no se le descarta ni siquiera para entrar en el once titular en el estreno liguero al que llegará con más ritmo.