España logró este jueves su primera victoria en unos Juegos Olímpicos con una trabajada remontada liderada por Aitana Bonmatí con un gol y una asistencia a Mariona Caldentey para neutralizar el gol inicial de Aoba Fujino y ahuyentar los fantasmas de Japón.
Este 25 de julio de 2024 pasa a formar parte de la historia del fútbol femenino español con la primera victoria en una cita olímpica.
El gran partido ante el rival que hirió a las actuales campeonas del mundo en la fase de grupos del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Japón fue el único que pudo doblegar a la que ahora es la mejor selección del mundo.
Un año después, sus caminos se volvían a cruzar en el estadio de la Beaujoire de Nantes. Siete de las titulares españolas y seis de las niponas lo fueron en Nueva Zelanda. La mayor novedad fue Patri Guijarro, que ha sido elegida por Montse Tomé en vez de Tere Abelleira en su regreso a la selección después del conflicto de 'Las 15'.
La primera ocasión llegó en el primer minuto de partido con un chut de Athenea que atrapó Yamashita. España fue la primera en acercarse a la meta rival, pero Japón lo hizo en la siguiente jugada y fue mucho más contundente. La selección nipona aprovechó un fallo en el pase de Laia Aleixandri y Fujino probó a Cata Coll.
La guardameta mallorquina, que se apoderó de la portería española después de ese partido maldito para España en el Mundial, voló para rechazar el lanzamiento. El plan de la selección de Tomé era claro: presionar arriba con Salma y tratar de combinar entre líneas.
Mientras, Japón aguardaba disciplinada en defensa para salir al contraataque con balones largos haciendo gala de su poderío físico y no desaprovechó la ocasión. Tras una mala salida de Cata Coll a la que acudió Patri Guijarro para acabar con el peligro con una falta al borde del área, Fujino puso la pelota ajustada a una escuadra para marcar el primero y hacer revivir a los fantasmas españoles del pasado (m.13).
Con un golpeo potente, ajustado e imparable, Japón volvía a imponerse a una España con dudas. Pero allí estaba Aitana para despejarlas. Athenea asistió con un pase filtrado a la balón de oro, que definió con majestuosidad para empatar el partido nueve minutos después (m.22). España se repuso del golpe y comenzó a dominar el partido.
La selección de Montse Tomé encerró a su rival en el área y buscaba constantemente a Salma, pero las japonesas cerraban filas para que ningún balón llegara a la delantera y, cuando llegaba España, entraba en acción Yamashita. En los últimos minutos, Paredes cabeceó con todo un córner que la guardameta nipona atrapó.
Tras el paso por vestuarios, Futoshi Ikeda dio paso a Hamano por Seike y la jugadora del Chelsea avisó a Cata Coll nada más salir con una volea. España era superior, pero no transformaba su dominio en gol. No parecía ser el día de Salma Paralluelo, que no acertaba en el remate, pero en el minuto 74 llegó la magia a cargo de Aitana y Mariona.
De una preciosa pared, Mariona se movió como quiso en el área para poner el 2-1 con un sutil tiro de rosca. España volvía a ser ella misma y, después de un inicio dubitativo, se creció tras el primer gol y aguantó en los últimos minutos el empuje nipón, que esta vez no pudo con las españolas.