José Machín ‘Pepín’ sigue recorriendo su camino en Italia con firmeza. Tras varias aventuras por diferentes equipos, el mediocentro de Torreforta es ahora jugador del Monza de Silvio Berlusconi que sueña con ascender a la Serie A. De hecho, lo tiene en su mano.
Si el Monza gana hoy al Perugia será equipo de la máxima categoría del fútbol italiano. Ahora mismo es segundo con 67 puntos, solo uno por encima del Cremonese. El Lecce va líder y solo hay dos billetes para el ascenso directo. Pepín y el Monza lo tienen casi a tocar. Una victoria les asegura el éxito. En teoría son claros favoritos porque pese a que juegan como visitantes lo hacen ante un Perugia que no se juega nada, ya que está situado en la media tabla.
El proyecto diseñado por el expresidente del gobierno de Italia siempre ha tenido ese objetivo desde que compró el club allá por septiembre de 2018. Lo hizo con la intención de que fuese su nuevo AC Milan y por eso la inyección económica fue importante desde un primer momento.
Sería su segundo ascenso
En la temporada 2019/2020 logró el ascenso a la Serie B. En esa plantilla ya estaba Pepín. El mediocentro de Torreforta llegó en invierno para asegurar el ascenso. Su llegada era con vistas al futuro.
El guineano estaba siendo uno de los mejores jugadores de la Serie B en el Pescara y bajó de categoría sabiendo que era de manera momentánea porque ascender era casi un hecho con la ventaja que se le llevaba al segundo.
El ascenso a la Serie B se consumó y lo que apuntaba a ser una temporada ilusionante no fue lo tanto porque el ascenso a la Serie A, el gran objetivo de la entidad, no se logró, aunque se estuvo muy cerca al quedar terceros. No se consiguió y eso que en esa plantilla había jugadores que habían sido considerados estrellas mundiales en un pasado como Mario Balotelli y Kevin Prince Boateng. Pepín ni siquiera terminó la temporada en el Monza porque regresó al Pescara en calidad de cedido.
Este año Pepín regresó al Monza con la intención de ser importante. El Monza apostó fuerte por él hace dos temporadas y tocaba devolver esa confianza sobre el terreno de juego.
El tiempo le ha dado la razón a un futbolista que anda en el mejor momento de su carrera a sus 25 años. No solo está siendo pieza capital en el Monza, sino que en enero brilló en la Copa de África con Guinea Ecuatorial, selección que hizo historia al llegar hasta los cuartos de final en la que cayó ante la campeona, Senegal.
En el Monza ha acumulado ya 24 partidos en la Serie B en los que ha logrado cuatro goles y tres asistencias. Unos números vitales para el equipo.
