Gorka Santamaría es el ‘9’ del Nàstic. Dani Vidal le llamó en verano y el delantero no dudó en aceptar la oferta grana. Dejó atras un amargo curso entre el Deportivo de la Coruña y el Badajoz y se unió a un proyecto en el que se siente importante, pero todavía quiere más.
16 de 18. Un estreno de película.
Es el inicio soñado. Es que tenemos un equipazo y un equipo para luchar por lo que queramos. Hemos hecho una pretemporada larga de muchísima carga de trabajo que ahora mismo se está reflejando en nuestro juego.
¿Ha ayudado a que estén casi todos los jugadores conviviendo desde el primer día?
Cuanto antes empiecen los jugadores a conocerse y a relacionarse mucho mejor. Nosotros llevamos juntos desde el primer día prácticamente el 99% de la plantilla y eso nos ha dado mucha vida.
Dicen que los grandes equipos se perciben. ¿Usted sintió eso en la pretemporada?
Se nota el grupo, hay pique sano y hay competitividad sana. Tenemos una cultura de trabajo que desde el cuerpo técnico nos la han recalcado desde el primer día.
¿Cómo se da su fichaje por el Nàstic?
Cuando el míster se interesa por mí, lo primero que pregunta es como soy en un vestuario, que considero que es importante para pelear por cosas bonitas y yo lo primero que le dije es que el grupo tendría que ser un grandísimo grupo, de gente trabajadora y gente que cuando las cosas vienen mal dadas no crea problemas, sino que intenta ayudar.
¿Por qué apuesta por venir a Tarragona?
Tenía alguna oferta más, pero en cuanto a lo deportivo el Nàstic me daba dos años y me daba una estabilidad. Nunca me he movido por dinero sino por lo que más me llama la atención deportivamente y yo he jugado aquí en Segunda División y sé lo que representa este club.
Viene de vivir la otra cara del fútbol. ¿Ha sido el descenso con el Badajoz el peor momento de su carrera?
Es la etapa más amarga de mi vida porque yo al Badajoz le tengo mucho cariño y la considero mi casa. Llego en un momento difícil en el que vuelvo porque en el Depor apenas había jugado y necesitaba volver a un entorno que conocía y por eso me decanto por el Badajoz a pesar de tener ofertas muy superiores en lo económico. Llego a un equipo en el que no hay un grupo tan sano como aquí, aunque es verdad que había buena gente, pero a la hora de competir no había esa ambición. Al final perdimos la categoría a pesar de que nos la jugamos en la última jornada y fue un final de temporada muy amargo.
Comenzó la temporada en el Deportivo y allí no tuvo oportunidades. ¿Cómo se convive con la falta de confianza?
Es difícil porque no gocé de demasiadas oportunidades. El Depor ya sabemos que tiene un nivel de exigencia es superior incluso a equipos de superior categoría y se hizo duro, sobre todo para mi familia. He madurado mucho porque yo no estoy acostumbrado a jugar y he aprendido a tragar, a ver la injusticia de otra manera y a entender que aunque no juegues esto es para ti y necesitas estar al máximo nivel.
Aquí solo ha sido titular en un partido, pero desde fuera se percibe que es usted pieza capital. ¿También lo cree?
Me siento importante, aunque es verdad que quiero jugar más y así se lo he dicho a Dani porque creo que a pesar de que mis compañeros lo están haciendo muy bien a todo el mundo le gusta jugar de inicio porque considera que así va a brillar más. Pero creo que estoy muy bien, soy de los primeros cambios siempre y estoy aportando muchísimo. El otro día el segundo gol ante el Sabadell lo hago yo a pesar de aquí Andy se lo apunta (ríe).
Entonces... ¿la toca?
Sí, la toco, lo que pasa que no desvió ni la trayectoria del balón ni la fuerza. Es un toque sutil porque la magia la pone Andy, pero al míster ya le hice saber que el gol era mío. Estoy en un buen momento y estoy esperando mi oportunidad.
Siente el gol como suyo, aunque no aparezca en las actas. ¿Le ha dado confianza?
Sí, es mío. Sería importante que apareciese en los datos, pero no es así. Sobre todo tengo muchas ganas de hacer un gol en el Nou Estadi.
¿Tiene ya pensada la celebración?
Sí, siempre tengo la misma que es un corazón para mi niña y mi mujer y ahora tengo otra preparada que es para mi futuro hijo que está en camino.
Hábleme de Concha, coincidieron en el Badajoz y ahora se reencuentran en Tarragona.
Tenemos una relación muy estrecha. Estamos todo el día juntos en la habitación y dentro del campo nos conocemos muy bien y nos buscamos. David es una de esas personas que te marcan. Lo menos importante de su vida es el fútbol y él lo que necesita es estar en un entorno feliz y contento.
Viene la Ponferradina en un duelo por el liderato. ¿Hay algo que temer?
Nosotros dependemos de nosotros mismos si estamos al mejor nivel como hasta ahora. Hay que tenerles respeto porque es una plantilla confeccionada para conseguir el ascenso y tiene jugadores como Yuri o David Soto que con poco te pueden hacer daño. Son un equipo ordenado que saben a lo que juegan pero que tengan cuidado porque el Nàstic está fuerte y estamos viendo vídeos de ellos y sabemos dónde nos pueden perjudicar.