El Reus completó una fase previa de la Champions con la matrícula de honor, superó en la tercera fecha al Follonica con rotundidad (5-0) y coronó un fin de semana perfecto, muy marcado por la nostalgia de una pérdida. Se fue el canterano Quim al cielo y la expedición le dedicó esa actuación coral en Alemania. La emoción de la situación no hundió al equipo, todo lo contrario. Le unió todavía más.
Ante el Follonica italiano lució Arnau Canal, un jugador que desprende todavía esa sensación de buscar un lugar en el plantel que no ha hallado. Los tres goles que anotó ante los italianos le refuerzan de autoestima para combatir ese vértigo que a veces provoca la camiseta rojinegra, con un peso histórico especial. El equipo precisa la aportación de Canal para certificar su abanico de recursos, sobre todo ante un curso largo, terriblemente exigente.
El pase a la fase de grupos invita al Reus a medirse ante les mejores equipos continentales, de hecho ha quedado inmerso en el grupo 1, donde va a compartir competición y tensiones con el Porto, el FC Barcelona, el Noia, Barcelos y St Omer. Un viaje de máximo nivel que, además de pedir la mejor versión a los de Garcia, endulza de atractivo la competición, la mejor de Europa.
En Alemania, en estos tres días de previa, el Reus ha certificado que, poco a poco, le ha tomado el aire a la temporada. Ha comprado el billete de la Champions con una solvencia poco esperada, sobre todo por la firmeza que ha exhibido en el juego. En el día señalado, ante el Voltregà, el rival directo, el Reus enseñó la fiabilidad que precisa para combatir ante los mejores. Su presencia en la Champions se ha convertido en una rutina extraordinaria en los últimos años. No se podía fallar a la tradición.
Ante el Follonica, Garcia ofreció chance al prometedor Nil Viña bajo el arco y éste decidió que su portería debía quedar a cero para corresponder los deseos de Quim, que sabía mucho de ese oficio. Desde arriba, el compañero fallecido le guiñó el ojo.
Buena victoria verdiblanca
Mientras, el Calafell cerró esa previa de la Champions con una segunda victoria ante el Riba d’Abe portugués, en un duelo ajustado que terminó con un 4-para la escuadra de Guillem Cabestany. Polverini, Marimón (2), Folguera y Olmos convirtieron los goles verdiblancos en esa fecha final y lograron que el Calafell resurgiera de la derrota que sufrió el día anterior ante el Valongo, también luso.
A pesar de ese éxito final, los verdiblancos competirán en la Europe Cup, la segunda competición continental, ya que finalizaron esa previa en la segunda plaza de su grupo. El Calafell se medirá al Igualada en la primera ronda.
«Tenemos jugadores muy jóvenes y han aprovechado esta oportunidad de la mejor manera que han podido. No estamos contentos con el resultado final del fin de semana, pero sacamos conclusiones positivas», comentó como valoración general el técnico, Guillem Cabestany.
El desgaste del fin de semana europeo no va a impedir que los dos equipos provinciales regresen a la realidad de la competición doméstica esta misma semana.