Empate a tres entre el Reus Deportiu y el Caldes en la jornada once de la OK Lliga en el emblemático Palau d’esports de Reus. El ambiente vibraba con intensidad en el enfrentamiento entre el Reus Deportiu Virginias y el CH Caldes. La primera mitad del partido fue un duelo muy equilibrado de hoquei sobre patines que, a pesar de los pocos goles, hubo muchas ocasiones que mantuvieron a los espectadores al borde de sus asientos. Desde el pitido inicial, ambos equipos mostraron un alto nivel de energía y determinación. La pista se convirtió en un escenario de rápidas transiciones y exigencia física contante. Con cuatro faltas cometidas por el Reus Deportiu y dos por el CH Caldes, la competencia era intensa pero respetuosa. Sin embargo, a falta de cuatro minutos y medio para el descanso, se adelantaría el Caldes a través de Marcos Blanque, quien logró abrir el marcador con un disparo certero que batió al portero sin problemas.
En iniciar la segunda mitad, volvería a ser Blanque quien aumentaría la ventaja del Caldes a dos, poniendo las cosas muy complicadas para el Reus Deportiu.
Aún así, los locales parecieron resucitar a partir del segundo gol y cambiaron totalmente su dinámica. Pasaron de un juego previsible a ser muy rápidos y directos, sin dar oportunidades al Caldes.
Joan Salvat recortaría distancias cuatro minutos después, levantando de nuevo el Palau d’Esports, que llevaría en bolandas al equipo hasta el empate de Julià Soler, que igualaba el marcador tras muchas ocasiones de los locales, dos de ellas de falta directa.
El Reus Deportiu mantuvo el buen ritmo físico y de juego la gran mayoría del tiempo de la segunda parte, pero el Caldes se mantenía en la lucha con un gran nivel defensivo.
Serían los visitantes quienes, a falta de tres minutos, volverían a adelantare con el gol de Adrià Ballart. Y, en la línea de la remontada reusense, Martí Casas volvía a empatar el encuentro dos jugadas después, insistiendo en la victoria de los locales. El Reus Deportiu empujó hasta el final, creando múltiples ocasiones que no quisieron entrar, llegando a impactar en el larguero el último tiro de Julià.