Ni tan mal salió el partido del Nàstic en Castalia. Contra el mejor local de la categoría, que solo había cedido cinco puntos, y que necesitaba como fuera la victoria para mantener su candidatura al primer puesto, los granas sacaron un punto de puro oficio. Rescatando a la mejor pareja de centrales (Trilles-Quintanilla) y con las apariciones de Manu García, recuperó las sensaciones en la parcela defensiva. Volvió a ser ese bloque al que es muy difícil meterle un gol. Hacerse fuerte en su mejor virtud.
Al ataque le pasó factura la exigencia defensiva. Pero pudo hacer más. Faltó claridad y precisión para culminar una de esas contras que tanto trabajaban por tener. El punto deja al equipo en el mismo terreno de nadie en el que está ubicado, pero con la sensación de que a este proyecto de Dani Vidal solo le falta tiempo para encontrar el equilibrio y ofrecer un Nàstic capaz de todo.
Apurado pero al final Marc Trilles llegó al partido ante su Castellón. No estaba nada claro. Su semana de entrenamientos no fue completa del todo. Hasta las últimas sesiones su participación estuvo en entredicho. Apretó porque su presencia en el duelo era imprescindible para recuperar la solidez defensiva. El castellonense se sintió cómodo en ‘su’ casa. Vio una amarilla que Castalia pidió roja -por pedir- pero resolvió los duelos sin fisuras.
El resto del once, sin novedades. El mismo que frente al Calahorra. Con un Lupu en punta que quería refrandar su titularidad y la apuesta del técnico por él con un gol. Poco pudo hacer el rumano, obligado a abandonar el terreno de juego a los 20 minutos de juego por un golpe en la cabeza. Sí, otra vez. Un circunstancia ocasional en el fútbol convertida en habitual por el delantero grana.
Castalia impresionó. Presentó un ambiente de fútbol del bueno. Con unas gradas llenas de hinchas ilusionados con el ascenso. Como para que su equipo no saliera al verde entonado. El Castellón empezó el choque con una marcha más que el Nàstic. Totalmente previsible. No es que el equipo grana se dejara hacer. Sino que comprendió que la primera fase iba a ser un ejercicio de resistencia. Una etapa que superó no sin ciertos apuros. Como una mediavuelta de Cubillas en el punto de penalti que le faltó dirección.
Pasados los minutos, el Nàstic pudo sacudirse del acorralamiento y plantarse más ordenadamente sobre el césped. No fue tan intenso como en otros partidos. Con la premisa de mantener el orden, Dani Vidal ofreció una propuesa más especulativa. Pero sin meterse en la cueva. Esperar, sí, aunque en una zona del campo avanzada. Con una presión que se tiró más por posición, que de físico. Así les dio para recuperar balones comprometidos que no ofrecieron más que un tiro de Aarón Rey que salió lamiendo el poste.
El Castellón ensanchaba el campo con sus dos extremos. Koné amenazaba a Pol Domingo con darle una mala tarde. No tanto como quiso. Fue Raúl Sánchez el que encontró las mejores ocasiones del primer tiempo. Una de ellas la mandó al poste y la otra se topó con Manu García. La más clara, eso sí, la tuvo el marfileño. Con el portero del Nàstic batido tras salvar el 1-0 de Cubillas, le quedó el cuero franco a Koné. Tenía toda la portería y fue incapaz de disparar entre los tres palos.
El segundo tiempo fue más agónico para los granas. Sin estar reculados en su campo, andaron todo el rato detrás del balón. Tratando de mantener al Castellón alejado de los terrenos de Manu García. Algo que consiguieron bastante. Los albinegros tuvieron pocas llegadas claras. Más, eso sí, que un Nàstic invisible en ataque. Demasiados aferrados al factor contragolpe, los granas apenas tuvieron presencia ofensiva. Lo poco que prepararon se quedó en la primera fase de ejecución. Lejos de la portería del Castellón. Pronto se conformó el equipo con el punto. Un empate en Castellón nunca es desdeñable.
FICHA TÉCNICA
CD Castellón. Alfonso Pastor, Baas, Cristian, Suero (Kochorashvili, 71’), Cubillas (Adri Fuentes, 60’), Koné (Pablo H. 81’), Óscar Gil, Manu Sánchez, Iago Indias, Raúl Sánchez y Josep Calavera (De León, 81’).
Nàstic. Manu Garcia, Pol Domingo (Nil, 75’), Quintanilla, Trilles, Joan Oriol, Èric Montes (Pedro, 68’), Marc Montalvo, R. Simón (Pochettino, 68’), A. Rey, Marc Fernández (Bonilla, 75’) y Lupu (Guillermo, 20’).
Árbitro. Sergio Usón Rosel.
