Diez días después del cierre del mercado el Nàstic hizo la presentación oficial de los tres fichajes invernales: Dani Romera, Juan Camilo Becerra y Elías Pérez. Dos delanteros con pólvora y un centrocampista con llegada y gol. Porque ese era el gran objetivo del Nàstic en este mercado de invierno. Futbolistas que garanticen gol. «Teníamos un problema con la eficacia. Defensivamente tenemos buenos números y el nivel de juego es bueno, generando ocasiones, pero faltaba esa mejora en la eficacia», explicó el director deportivo del club, Sergi Parés.
La búsqueda era fácil. Los delanteros que más gustaban eran los mismos que ya tenían en cartera desde el verano. Becerra estuvo muy cerca de firmar por el Nàstic. El propio atacante lo admitió ayer, pero la oferta de la Ponferradina, de Segunda División, hizo que el RCD Espanyol acabara cediendo al futbolista a la entidad leonesa.
El delantero cafetero fue el último en pasar por la sala de prensa del Nou Estadi para asegurar que su principal aportación serán «las ganas de lograr el objetivo del ascenso». Becerra admitió que su paso por el Bierzo no había sido como se esperaba por la falta de regularidad. Apenas jugó y lejos queda el delantero que maravilló la pasada temporada con once goles vistiendo los colores del filial blanquiazul. Una versión de sí mismo que espera encontrar en Tarragona. Sergi Parés definía al futbolista como «un rematador agresivo, que juega bien de espaldas y que el año pasado fue uno de los mejores de la categoría». El director deportivo espera que en unos «diez días pueda estar al 100% físicamente».
En Ponferrada Becerra coincidió con el que será uno de sus compañeros de ataque en el Nàstic, Dani Romera. «Somos perfiles diferentes que podemos completarnos y el hecho de que nos conozcamos puede ofrecer un plus al equipo», señaló el colombiano.
Sobre este aspecto, minutos antes, en su turno de presentación, el atacante almeriense de 26 años admitió que «conocernos ayuda» y confirmó ese punto en el que pueden combinarse: «Él es más de quedarse el balón, como referencia y yo de jugar al espacio, como enganche, con más movilidad».
El ex del FC Barcelona B, con el que logró el ascenso a Segunda B, explicó que su fichaje por el Nàstic tuvo dos factores clave. Uno personal y otro deportivo. El primero que su pareja es de Tarragona. El segundo la decisión del Nàstic de contar con sus servicios: «Cuando ví el interés del club no me lo pensé y acepté antes incluso que se abriera el mercado». Romera deja atrás la Segunda División tras cuatro temporadas y media en la categoría de plata. «No es un paso atrás. Quería minutos. Jugar y sentirme futbolista», aseguró.
En su debut con el Nàstic, porque los tres ya han jugado con la camiseta grana, Romera marcó pero le anularon el tanto por un supuesto fuera de juego. Podía ser el primero de una cifra que sin quererla prometer sí apuntó: «Si marco entre 7 y 10 goles estaría bien para ayudar al equipo».
Elías Pérez no es un goleador pero sus cifras esta temporada son mejores que las de todos los futbolistas de la plantilla grana, menos Bonilla. Cuatro tantos marcó en Extremadura, club de procedencia, y que abandonó por los problemas económicos de la entidad. «Es un jugador que puede jugar de ‘6’ y de ‘8’, con buen pie y con un fútbol vertical, además de aportar ese gol que tanto nos interesa», contó Parés. El mediocentro, que ya suma cuatro encuentros con el Nàstic, espera «aportar sacrificio, equilibrio y soluciones para el equipo de medio del campo hacia arriba, aportando si puedo asistencias y goles». Porcedente del grupo 1 de Primera RFEF, el jugador de 31 años, aseguró que «los dos son fuertes, pero por nivel quizás este segundo grupo está un poco por encima».
Los tres tienen claro que su misión en Tarragona es «subir a Segunda».