El Nàstic se marchó de vacío del Estadi Johan Cruyff, pero dio la cara. Mantuvo el nivel y compitió hasta el final. Perder ante el Barça Atlètic en su estadio no es un drama, siempre y cuando el equipo ofrezca un papel que haga sentir orgullosos a su afición. Y la despedida de la hinchada a sus chicos distaba mucho del enfado. El conjunto de Dani Vidal estuvo bien plantado. Tuvo sus opciones y se mereció llegar algo, pero no consiguió aprovechar sus momentos.
En un partido de equilibrios, de una igualdad desde dos modelos distintos, solo se rompió de la única manera en la que se parten este tipo de choques, con un error. Los hubo por los dos bandos, pero el único que lo aprovechó fue el filial azulgrana. Un fallo en la marca en un saque de esquina dejó a Chadi Riad solo en el segundo palo para poner el 1-0. Nil tuvo el empate. Muy claro, pero apuntó desviado.
En el once grana no aparecieron ni Guillermo ni Manu García. El primero andaba renqueante de un problema en el isquiotibial que se produjo ante la Real B. El arquero llevaba dos días con fiebre y no estaba para ponerse bajo palos. Marc Álvarez y Dani Parra fueron los relevos, respectivamente. El resto, once calcado al de hace seis días. Con cinco tarraconenses, eso sí. Como dijo el técnico Dani Vidal «para dar continuidad a la idea». Porque el planteamiento fue similar al de la Real Sociedad. No tan presionante, quizás. Porque tampoco era el Nou Estadi -aunque lo parecía por momentos por los ánimos desde la zona de la grada tarraconense- y su plus de energía. Había que medir más los esfuerzos.
Los granas terminan con 10 por expulsión justa y clara de Trilles
El equipo se plantó con un bloque medio y junto. Ofreciendo los costados y ocupándose de tapar los espacios del pasillo central. Un excelente posicionamiento sobre el tapete que complicó la salida desde atrás del Barça Atlètic tanto como lo tuvo el filial de la Real Sociedad. Con las mismas pérdidas provocadas para armar el ataque lo más rápido posible. Solo faltó la puntilla. La letalidad. Marc Fernández consiguió acabar dos buenas ‘contras’ pero no consiguió un tiro limpio. Sí lo tuvo Montes, después de un serio trabajo defensivo de los delanteros. El disparo seco desde la frontal del manresano salió muy centrado y fácil para el meta Arnau Tenas.
El mayor peligro local también tenía acento tarraconense. Estanis Pedrola demostró por qué le consideran una de las perlas de La Masia. Pol Domingo
El único error grana de todo el primer tiempo llegó a cinco minutos para el descanso. Trilles se confió en un pase largo y Roberto le ganó la partida. El ‘9’ culé se plantó solo ante Parra. Todo el estadio cantaba ya el gol, pero inexplicablemente mandó la pelota fuera.
El partido se fue en el inicio del segundo tiempo. En un arreón culé que lideró Estanis Pedrola. No encontró el gol porque Dani Parra metió un guante milagroso. Nada pudo hacer el meta de Riudoms con el saque de esquina que salió de la acción anterior. Chadi Riad entró libre de marca en el segundo palo y cabeceó a placer a la red.
El Nàstic encajó bien el golpe. No se hundió, todo lo contrario. Se animó. Fue más atrevido. Presionó con más empeño y con algo más de iniciativa. Pudo igualar en seguida, pero a Marc Fernández le faltaron centímetros para rematar el centro de Simón.
El cuadro de Dani Vidal se volcó para buscar el empate, mientras el cuadro barcelonés consumía minutos.
La tuvo Nil. Se quedó solo ante Arnau Tenas. Era ponerla en la red. No definió bien y el cuero se fue por la línea de fondo.
El partido se calentó después de una entrada feísima de Trilles a Estanis. La pierna del castellonense fue a la altura del pecho. Una roja de libro.
